Hasta la fecha no se ha llegado a la conclusión de porque ese viraje del presidente Enrique Peña Nieto al lanzarse o decidirse de ‘vamos por la reforma’, la de la firma de la iniciativa para reconocer en la Constitución la unión entre personas del mismo sexo.
La idea en esta columna no es debatir los derechos ya ganados de la comunidad lésbico –gay, sino la impactante decisión de Enrique presidente que generará grandes reacciones, aunque aparentemente se vea como algo que no pasará de dimes y diretes.
La idea es si habrá o no decepción de los sectores conservadores que hasta el 17 de mayo su posición era apoyar al partido del presidente, o simplemente de un berrinche no va a pasar.
Quizás el lanzamiento de la reforma pudiera ser por presiones internacionales a los derechos humanos, el de recomendarle que ya es tiempo de ser el país un actor Global en la diversidad sexual.
Pero el hecho de estar en juego 12 gubernaturas quizás por ahí este parte de la decisión de enfrentar de una buena vez el asunto de legalizar en todo el país mediante la reforma al artículo 4 constitucional y el propio código federal civil, las uniones del mismo sexo.
No obstante, si en esta reforma el presidente Enrique quiso acabar de tajo con un peso que ya no era soportable, porque sabía de ante mano que era algo que ya no podía postergar, la realidad de esa comunidad es algo que ya no se puede negar.
Pero ¿cuál será el costo realmente si lo llega a ver, de esta decisión que pudiera verse tan normal para los beneficiados? Quizás tenga un reboté para su partido de los sectores conservadores que prácticamente no les gustó, aunque callaron en la forma, pero ya lo sabremos en lo secreto el día de la elección.
Generalmente en el día de la elección es cuando el ciudadano de diferentes sectores demuestra su gusto o inconformidad, cuando calladito vota y le da rumbo con ese voto a los partidos o planes políticos sociales.
En algo quiere convertir el presidente Enrique a México con estas reformas, eso sin duda alguna, pero también ¿qué rumbo irá tomando el país, tras estas reformas, se despertará más la homofobia o se llegará a controlar este fenómeno.
Finalmente podemos concluir que de tal suerte el problema en nuestro país sobre las libertades es esa publicidad de antivalores que nos circula por todas partes, en los refrescos, cervezas, de hombres y mujeres invitando de manera subliminal a esa liberación sexual, de ahí parte en el fondo la inconformidad de todos contra todos en la lucha por imponer sus preferencias, que son muy respetables, pero tampoco se deben de imponer a nadie.
Trazos Cortos: el Acamoto si bien es cierto dejó por ahí buena derrama económica, también dejó muchas cosas no deseables que ocurrieron, entre ellas los homicidios por accidente, peleas callejeras con navajazos, la franja de la Condesa parecía un mercado de Tepito, un Tianguis callejero en gran desorden.
Pero bueno habrá que ir superando cada problema que generan estos eventos si es que lo quieren volver a repetir en esa zona, o de plano se cambia para el Acapulco Diamante.