Espaldarazo de Ángel Aguirre a los candidatos del frente por Guerrero, Alejandra Aguirre y Jacko Badillo

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*Encabeza “Papá Layo” mitin político-electoral en Renacimiento

*Cerca de mil 500 simpatizantes perredistas asisten al evento

Acapulco, Gro. 07 de Junio del 2018. – No cabe duda de que su presencia se impone. Recuerda los viejos tiempos políticos cuando había “carro completo” en el PRI, luego en el PRD. El exgobernador Ángel Aguirre Rivero abarrotó el mitin político-electoral, en Ciudad Renacimiento al que asistió este mediodía para respaldar la candidatura de la aspirante al Distrito 06, Alejandra Aguirre Sánchez y para la alcaldía, Joaquín “Jacko” Badillo Escamilla.

Delgado, un poco avejentado, pero con mucha batería en su mensaje político; Aguirre Rivero tiene el don de ser escuchado por las masas. Cuando llegó al gimnasio del Rena, este hervía de simpatizantes perredistas, panistas y del movimiento naranja.

Había muchos jóvenes políticos que integraban las porras de todos los candidatos del Frente por Guerrero. Cada quien llevaba su porra. La porra de Jacko, de Napoleón Astudillo, de Bety Mojica, de Alejandra Aguirre y dos bandas una de guerra y otra de “chile frito”, que no paraban de tocar. Citaron a las 12 del día.

Aguirre Rivero llegó casi a la 1 de la tarde. Ya todos los candidatos estaban afuera esperándolo. En medio de un arroyo de gente que integran las comitivas de los candidatos, él sube al entarimado sin perder la sonrisa nunca. Le divierten los empujones que se llevan todos por subir al estrado de los candidatos.

Se saludan todos y se toman la clásica foto del recuerdo con la gente al fondo. Todos lo quieren saludar a él: comenzando con Bety Mojica, Víctor Aguirre, Jacko, Mario Ramos del Carmen, Celestino Cesáreo y los panistas Arturo Martínez Sidney y su mamá Robin Sydney que llegan al final.

El primero en tomar la palabra fue el candidato a síndico, José Alberto El Güero Alonso, después habla Bety Mojica, candidata a Senadora de la República.

Luego en tercer lugar toma el micrófono el dos veces exgobernador Ángel Aguirre, “Papá Layo”, como le llaman los periodistas. Vestido muy formal, de camisa a rayas azul cielo, pantalón y zapatos negros. Muy serio, muy respetuoso siempre en su discurso, el exgobernante va presentando a cada uno de los candidatos. Cuenta alguna anécdota que lo relacionan con los aspirantes. Los eleva. Los jala hacia él y los apapacha como si fueran sus hijitos.

Y les dice que no tiene duda de que van a ganar, comenzando por Jacko Badillo. Se avienta un mensaje de casi media hora, que es interrumpido de vez en cuando por los porristas de los candidatos. Él sonríe. Le gusta el ambiente y retoma la palabra.

Pero su voz se quiebra y se torna melancólica cuando ve a la gente de la corriente Izquierda Progresista de Guerrero que dice, conformó su hijo fallecido Ángel Aguirre Herrera. Entonces se escucha la porra de IPG: “Ángelito, Ángelito, Ángelito…”

Y el exgobernante se emociona más y sus ojos miran al cielo. Evade las miradas de la gente y menciona que su hijo donde quiera que esté, estaría muy feliz de ver este tipo de eventos de su gente, porque él iba forjando su propia personalidad en la política. Por un momento pareciera que estaba a punto de las lágrimas, pero se hace fuerte.

Retoma el tema electoral y cuando habla para Jacko Badillo lo llama, lo abraza y dice que es el mejor para la presidencia de Acapulco porque es especialista en el tema de seguridad, y lo que Acapulco necesita es seguridad. Comenta que le ha recomendado muchos proyectos sociales en apoyo para las madres solteras y los adultos mayores. Así como el cuidado del entorno ecológico.

Luego habla de su apellido Aguirre. Comenta que hace apenas vio una película peruana llamada “Aguirre” que es sobre la vida de un guerrero español que acompañó a Pizarro en sus viajes. Y llama a la candidata a diputada por el Distrito 06, Alejandra Aguirre Sánchez, de quien dice a pesar de ser una mujer joven es muy fuerte, como el apellido. La abraza suavemente a la chaparrita profesora, quien igual lo abraza con mucho cariño y admiración.

El evento culmina exitosamente. La gente escuchó a su líder. Se fue satisfecha.