Los decesos de los alumnos en la UAGro… Por: Federico Nogueda

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Consternado el rector Javier Saldaña dijo a los medios que duelen los decesos de los dos alumnos a mano de la violencia en Chilpancingo, y pidió que las peleas entre los diferentes grupos sean entre ellos y no se toque a inocentes en sus enfrentamientos.

En sus palabras se notaba estar dispuesto a seguir defendiendo a los alumnos universitarios, de antemano sabe los riesgos que implican las declaraciones, pero a la vez no le importó con tal de defender a sus alumnos.

Vaya que si están difíciles las circunstancias y no nada más para los alumnos sino para todos los sectores en un enfrentamiento cualquier ciudadano como se ha visto puede correr peligro.

Sólo queda seguir tomando las medidas pertinentes al salir a la calle, y que los programas del combate a la violencia sigan con su trabajo, porque si al rector en sus palabras se le observó impotencia ante los hechos imagínense las demás personas común y corriente.

De acuerdo  las mismas declaraciones del Rector en las instalaciones de toda la Universidad, se tienen las medidas preventivas desde la vigilancia en las puertas, como los planteles bien encerrados con sus bardas y buenas puertas, quizás quede la buena orientación a los alumnos de tomar sus buenas medidas al salir a la calle.

El alcalde de Chilapa

En esa misma expresión sobre el caso de la violencia la semana pasada el alcalde del municipio de Chilapa Jesús Parra García dio su primer informe de gobierno, pero la nota en si no es el informe de lo que pudo haber dicho, de todo aquello que ha realizado, sino su mensaje final, donde da gracias a Dios.

Si bien es un acto cívico público donde generalmente se evoca a personajes sociales, el alcalde Parra García dijo primeramente ante la violencia que con: ‘la ayuda de Jesucristo el Dios, su gobierno sacará su trabajo’, y sin ambages exclamó ‘¡que viva Dios!…

Cabe recordar que el edil Jesús Parra García es cien por ciento cristiano-católico, firme en sus convicciones  a no dudar en su espiritualidad, unos lo vieron con reservas otros lo aplaudieron, pero lo cierto es que el fenómeno de la violencia es fuerte en ese municipio al grado que se acude a la ayuda divina, quizás no como una salida, pero si como un apoyo y manera de tener un respaldo, paz, como orientación.

Otro caso parecido fue el del ingeniero Félix Salgado Macedonio quien se reunía con congregaciones cristinas para orar por su gobierno, y le diera orientación como sabiduría para seguir adelante en su administración de alcalde.

Quizás el fenómeno de la violencia está ocasionado que varios alcaldes regresen a ver o tocar su espiritualidad que en algunos permanecía un poco dormida, si es correcto o incorrecto sólo el tiempo lo dirá, la ley especifica que no se debe de tocar esos temas de la divinidad.

Pero la realidad se está disparando diferente  ante ciertas impotencias para equilibrar estos fenómenos, pero nadie te puede impedir mostrar tu agradecimiento ante algo que tú crees que te ha salvado o te está salvando, ante la realidad de un estado laico.

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