Pronunciamiento de la alcaldesa Adela Román Ocampo, sobre la Ley Olimpia

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*Dado en la IV Sesión del Sistema Municipal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, de Acapulco de Juárez

Acapulco Gro; a 07 de agosto del 2019.- Desde que tomé protesta como presidenta municipal, sostuve que la atención a las mujeres y la prevención de todas las violencias contra nosotras es prioridad en este gobierno.

Durante los primeros días de mi mandato emití un mensaje de cero tolerancia a la violencia de género y se iniciaron una serie de acciones emergentes para sensibilizar a la población, para prevenir y atender estos delitos en el ámbito de nuestra competencia.

A los 19 días de iniciada esta administración reinstalamos este Sistema para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, como parte de los asuntos prioritarios del gobierno que encabezo. Con mayor razón, ahora que nuestro municipio es uno de los nueve en Guerrero con declaratoria de alerta de violencia de género.

En estos primeros días, fue doloroso y lamentable enterarnos de feminicidios por diferencia de días, muy cercana la comisión de uno y otro delito.

Por ello, desde este sistema municipal se ha trabajado para generar acciones que incidan en la disminución de la violencia hacia las mujeres. Hasta el momento se han realizado cuatro sesiones ordinarias, además de la sesión de instalación, tres mesas de trabajo y una sesión extraordinaria. Se ha dado capacitación a sus miembros sobre la alerta de violencia de género contra las mujeres, por violencia feminicida y respecto a la petición de alerta por agravio comparado. Para ello, se ha contado con la colaboración de diversas asociaciones civiles, a quienes agradecemos su colaboración.

Las violencias contra las mujeres tienen diversas facetas, son varias en sus tipos y modos, y las consecuencias en la vida de quienes las sufren afectan no solo su integridad física, sino la emocional también; afectan todas las esferas de su vida y su mayor y más grave expresión es el feminicidio.

En días recientes hemos sufrido en Acapulco el asesinato con muy alto grado de crueldad, de tres mujeres que fueron víctimas de mentes desquiciadas y llenas de odio contra la mujer. La saña inaudita con la que estas mujeres fueron atacadas, es muestra de una de las expresiones de mayor bajeza que la violencia feminicida puede alcanzar, si como gobierno y sociedad permitimos que estos crímenes sigan ocurriendo.

Quienes cometieron estos crímenes no deben estar libres y debe caer sobre ellos todo el peso de la ley. La impunidad en casos como estos es la fuente de reproducción de nuevos agravios contra la mujer. Junto a la enérgica condena y exigencia de esclarecimiento de estos asesinatos, debemos redoblar esfuerzos y seguir luchando incansablemente para hacer realidad una vida libre de violencia contra las mujeres. No tenemos derecho a descansar hasta que estas muertes violentas sean esclarecidas y los responsables sean sometidos a proceso.

Por ello, hacemos un llamado enérgico a la Fiscalía General del Estado, delegación Acapulco, para que las investigaciones se realicen, y se pueda llevar a proceso a todos aquellos que han violentado la ley de esta manera.

Sobre el tema que hoy nos ocupa, quiero referirme a un tipo de violencia que, no obstante, el grave daño que ha provocado a muchas mujeres, no está tipificado en nuestras leyes estatales y no está considerado como un delito en el código penal: me refiero a la violencia digital.

La lucha por la visibilización de esta violencia digital, que también se da en diversos tipos y modos, la lucha por su tipificación en la ley y el Código Penal, es una lucha que inició desde la sociedad civil, de la voz y del trabajo de las mujeres que se han unido y han llevado a diversos foros este tema tan grave, que han salido a las calles a protestar y han atendido cientos de casos en nuestro estado.

Reconozco el arduo trabajo de estas mujeres, especialmente de Olimpia Coral Melo, quien después de haber sido víctima de violencia digital en Puebla, como una sobreviviente y con una gran resiliencia se ha dedicado desde 2014 a promover la tipificación de la violencia digital como delito y que sea penada en todo el país.

En el estado de Guerrero destaca el trabajo realizado por muchas organizaciones, pero de manera especial por la colectiva Las Revueltas, conformada por mujeres preparadas en varios ámbitos del conocimiento y que se han dado a la tarea de investigar y de acopiar la información acerca de cómo estamos en Guerrero en este tema. Sobre todo, que se han dedicado a la atención de decenas de casos, con lo cual han logrado gran experiencia en este ámbito desde 2016 y forman parte del frente nacional por la sororidad.

Junto con Olimpia Coral Melo, Las Revueltas han promovido diversas reformas que se conocen como Ley Olimpia. Hasta el momento 10 estados han aprobado reformas a sus leyes y códigos para que la violencia digital no sólo sea reconocida sino también penada.

Que no nada más sea una acción de carácter civil, que no nada más sea el daño moral, sino que haya un castigo ejemplar.

La colectiva Las Revueltas ha documentado más de 400 casos en el estado de Guerrero y de acuerdo con sus investigaciones, Acapulco es el municipio con el más alto índice de violencia digital.

Debido a la gravedad de la situación, giré instrucciones a la dirección de Comunicación Social y al Instituto Municipal de la Mujer para trabajar en una campaña específica para la visibilización de la violencia digital.

Porque muchas veces ahí está el problema, pero no lo visibilizamos, no nos damos cuenta o no nos queremos dar cuenta de ello. El que se comparta contenido íntimo sin consentimiento, el que se acose a las mujeres, adolescentes y niñas haciendo uso de las redes sociales y de otras herramientas digitales e internet, el que se les orille incluso a atentar contra su vida por el profundo daño emocional que la violencia digital provoca, es algo grave que no debemos tolerar.

Por ello he pedido a la Policía Cibernética que ponga mayor cuidado y que esas fotos que circulan entre gente ruin, sin escrúpulos, de niños, de niñas, a quienes ofrecen como mercancía, a quienes le ponen un precio, ya no se sigan suscitando aquí en el país, en Guerrero ni en Acapulco.

Es importante que aquí en Guerrero se apruebe el paquete de reformas conocido como Ley Olimpia y que la diputada Érika Valencia Cardona ya presentó ante el pleno del Congreso después de que en legislaturas anteriores no se le había dado entrada. Es urgente que estas reformas sean aprobadas, que en esta sesión saliera una proclama de exigencia, para que, en el Congreso del Estado, los representantes del pueblo de Guerrero asuman con responsabilidad estas reformas y sin mojigaterías, sin falsos prejuicios de orden moral, contribuyan a que este problema ya no se siga suscitando.

Convoco a todas las mujeres a que vayamos juntas, a que nos unamos para exigir que se reconozca esta violencia como un delito; invito a la ciudadanía y a quienes toman decisiones en todos los niveles, a no hacer de la violencia contra las mujeres un asunto para usufructuarlo políticamente.

Por ello el llamado al Congreso del Estado a que apruebe:

  1. La reforma a la ley 553 de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia del estado libre y soberano de Guerrero para que se reconozca a la violencia digital como uno de los tipos de violencia.
  2. La reforma al Código Penal para tipificar el ciberacoso.
  3. La reforma al Código Penal para tipificar la difusión de contenido íntimo sin consentimiento.

Todas las personas tenemos derecho a vivir nuestra sexualidad y nuestra intimidad con plena libertad. La difusión sin consentimiento de estos contenidos, la trata virtual, el ciberacoso, la obtención de estos contenidos mediante la extorsión y la amenaza, así como todos los tipos de violencia digital, deben ser tipificados como delitos graves. Las personas que sufren esta infamia son víctimas, no culpables.

Vayamos todas y todos juntos por la aprobación de estas reformas, este no es un asunto solo de mujeres, este es un problema social, esto es un problema que nos involucra a hombres y mujeres, a madres, a padres de familia, a la sociedad en conjunto. Por ello, unidas, unidos por la aprobación de estas reformas, sin distinciones políticas ni ideológicas, sumemos esfuerzos para que haya cero tolerancia hacia las mujeres, a través de la violencia digital.