Nota y foto cortesía de: Verónica Bacaz
Si bien es cierto, que algunos especialistas recomiendan no ponerle suéter o playeras a nuestras mascotas, dado que por su pelaje su propia naturaleza los lleva a regular la temperatura, pero como sus propietarios, cuando sentimos frío, queremos que nuestros lomitos no lo sientan así.
Por eso en los últimos meses del 2023, que se registraron más de 20 fríos, heladas y temperaturas en lugares normalmente cálidos, la venta de suéteres, playeras, pijamitas, incluso calcetines y gorros para mascotas aumentaron en un 50 por ciento en diciembre y parte de lo que va del 2024.
Así lo manifestaron comerciantes del primer cuadro de Cuernavaca, que venden diferentes tipos de vestimentas para mascotas.
Los precios van desde los 60 pesos hasta los 350, ello dependerá del tamaño del can, porque no es lo mismo un suéter para un Chihuahua que para un San Bernardo.
Por eso es muy común observar en la calle, a perritos con chambritas, chamarras, playeras, chalecos, gorros y hasta calcetines de la mano de sus dueños.
Porque muchos de ellos duermen en los patios, algunos en azoteas, otros más tienen el privilegio de dormir en la sala o en la recámara, pero cada uno con suéter.
Y es que el cambio climático nos hace ver que también nuestros animales de compañía tienen frío y hay que abrigarlos para que no se nos enfermen o pasen frío.
Principalmente en las colonias de la zona norte de Cuernavaca, hemos podido observar a mascotas bien abrigados. No faltará el Husky Siberiano que a pesar de que es una raza que aguanta las temperaturas bajas, trae su playera de jugador de fútbol americano, pero que ya la trae toda rota de tan travieso que es.
O los Shihtzu con sus fascinantes peinados que los hacen ver elegantes y al último grito de la moda. Pero incluso hasta algunos lomitos callejeros, suelen ser afortunados y alguien se apiada de ellos y les pone una playera o suéter.
Lo cierto es que las recomendaciones indican que no es necesario vestirlos, pero sí lo vas hacer, lo mejor es en la tarde-noche y al amanecer por aquello del descenso de la temperatura. Ya en el día déjalo con su pelaje al aire libre para que no se dañe su piel con la humedad.