Chilpancingo Gro; a 11 de septiembre del 2019.- En Guerrero, de 3 mil 600 divorcios que se registraron en el 2010, la cifra se elevó a más del doble en el 2018, con 7 mil 800, por ello se han conformado los Centros de Convivencia Familiar (Cecofam) en Chilpancingo, Acapulco e Iguala, cuyo propósito fundamental es atender a las familias con alto conflicto interparental en los procesos de separación.
Los tres Cecofam dependen del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), el primero se instaló hace 9 años en la ciudad de Acapulco; hace 6 años el de Chilpancingo y el de Iguala hace 5 años.
Este miércoles realizaron un acto de conmemoración de los 6 años del Cecofam de esta capital en el auditorio del TSJ, donde su directora, Claudia Navarrete Mendoza, señaló que atienden a familias “que pasan por el proceso de divorcio, de la guarda y custodia, del tema de los alimentos, de la repartición de los bienes, si las parejas se casaron en régimen de bienes mancomunados”.
Dio a conocer que, en Guerrero en 2010, cuando se abrió el Cecofam en Acapulco, había 3 mil 600 divorcios al año. Las estadísticas del 2018 indican que hay más de 7 mil 800 divorcios al año: “es una cifra que en 8 años se duplicó”.
Abundó que también se ha reducido el número de matrimonios: “la gente se casaba más y ahora hay un 35 por ciento menos de matrimonios en comparación con hace 10 años; en el país, de cada 100 matrimonios, 35 se divorcian, son cifras alarmantes y hay un dato que no sabemos de las uniones libres, pero que los vemos cuando tramitan juicios de pensión alimenticia y de custodia”.
Indicó que la atención que brindan a esas familias es a través de terapias sicológicas, talleres sicoeducativos, evaluaciones sicológicas, mediación familiar, atención médica: “es una gama de servicios que ofrecemos a la ciudadanía para que el tránsito en el proceso de divorcio no sea tan complejo”.
Navarrete Mendoza manifestó que en estos procesos jurídicos de la anulación del matrimonio “hay mucho resentimiento, hay mucho enojo en las familias que atendemos, por sus dinámicas de vida, nosotros lo que tratamos es buscar una contención emocional en ellos y que el divorcio no se convierta en un pleito, que busquen una manera más pacífica de solucionar sus conflictos y diferencias”.
Lamentó que en estos procesos de divorcio se utilicen a los hijos: “como están enojados siempre tienen la idea de pegarle a la pareja donde más les duele y son dos aspectos: los hijos y el dinero; los hijos entran en una dinámica compleja, difícil y por eso les damos talleres para que entiendan que el divorcio de sus papás no es culpa de ellos y que tienen el derecho fundamental a vivir en familia a pesar de que la relación parental ha concluido”.
En el evento, Alberto López Celis, presidente del TSJ, dijo que tras un divorcio “las familias no se deben fracturar, sino transformarse, hemos trabajado habilitando nuevas áreas de oportunidad con áreas de resolución de controversias y atender con prontitud esta problemática”, y anunció proyectos pata otros Cecofam en Ometepec, Zihuatanejo y Tlapa en los próximos meses.