Tixtla Gro; a 02 de diciembre del 2018.- Este domingo dieron el último adiós al señor Tomás Ramírez Jiménez, padre de Julio César Ramírez, un estudiante de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayoztinapa asesinado a balazos en los hechos trágicos del 26 de septiembre del 2014, en Iguala.
A finales de septiembre del 2014, hace cuatro años, el señor Tomás Ramírez sepultó a su hijo Julio César, quien cursaba el primer año de la licenciatura de educación primaria en la Normal de Ayotzinapa.
Cabe recordar que durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, el joven Julio César y sus compañeros Daniel Solís Gallardo y Julio César Mondragón fueron asesinados presuntamente por policías municipales y sicarios del grupo criminal “Guerreros Unidos”.
Familiares, vecinos y normalistas de Ayotzinapa acompañaron hasta su última morada al señor Tomás Ramírez, en el panteón municipal de esta cabecera de Tixtla.
La señora Bertha Nava Martínez, su ahora viuda, con lágrimas en los ojos y abrazando el ataúd, le dijo: “Allá te voy a alcanzar, ahorita estás ya con nuestro flaquito”, en referencia a su hijo muerto, Julio César Ramírez.
Vidulfo Rosales Sierra, asesor de los 43 padres de los normalistas desaparecidos, señaló que “hay 16 padres que están sumamente enfermos, unos tienen hipertensión arterial y otra diabetes”.
A su vez, un egresado de la Normal de Ayotzinapa externó que el señor Tomás Ramírez murió sin que el gobierno haya hecho justicia en el caso de su hijo y de los demás jóvenes asesinados y los 43 desaparecidos.
También refirió que Tomás Ramírez se murió con la pena de que su otro hijo, Ariel Ramírez, sufrió un accidente y tiene dos fracturas en la pierna.
El señor Tomás sufría de diabetes, y desde enero de este año su estado de salud se agravó, y falleció la madrugada del sábado en su domicilio del barrio de El Santuario. (www.agenciairza.com)