Acapulco Gro; a 05 de abril del 2021.- En días pasados fui notificado por el Instituto Nacional Electoral, de un procedimiento de oficio en materia de fiscalización, correspondiente al proceso interno de selección de candidatos de Morena para la gubernatura del estado de Guerrero.
En consecuencia, dimos respuesta y acepté que solicité mi registro como aspirante, aunque aclaré puntualmente que el partido nunca me entregó documento alguno que me acreditara como precandidato.
También señalé que Morena tampoco me hizo alguna notificación durante todo el proceso, ni mucho menos se me informó del resultado del método selección, que supuestamente fueron hasta tres encuestas que nadie conoció.
Incluso informé al INE que por esa razón promoví juicios electorales ciudadanos, para que se me diera a conocer el resultado de las encuestas, y estar en posibilidades de saber si en algún momento fui considerado por Morena como precandidato.
Hasta este momento sostengo que nunca tuve la calidad oficial de precandidato, porque reitero que nunca fui notificado de que fuera aceptada mi solicitud y tampoco de que fui tomado en cuenta para participar en las encuestas, como lo señalé públicamente en su oportunidad.
Debo subrayar que el registro como precandidato es una facultad exclusiva de los partidos políticos, y por lo tanto nunca estuve en posibilidades de registrarme como tal en el Sistema de Registro Nacional de Precandidatos y Candidatos, mucho menos de presentar informes de ingreso y gasto en el sistema de contabilidad en línea.
Sin embargo, a pesar de que siempre estuve en un estado de incertidumbre jurídica sobre mi condición de precandidato, tuve la entera disposición de reportar al INE un gasto total de 502 mil 906 pesos con 93 centavos, que solventé con recursos propios.
Dicho gasto lo informé al INE no solo para cumplir con el requisito, ya que hubiera sido muy fácil mentir como otros aspirantes, y responder que no acudí a ninguna reunión en los días del proceso interno.
Lo informé porque siempre he luchado por la transparencia y la rendición de cuentas, y porque no tengo nada que ocultar.
Con esa misma postura acudiré al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para dejar a salvo mis derechos políticos. Llegaré hasta la última instancia para demostrar que el partido nunca me confirmó si fui precandidato, y mucho menos me proporcionó la clave del sistema de fiscalización para reportar gastos, lo cual, en todo caso, era su responsabilidad.
Todo este desastre es muy lamentable, pero se pudo haber evitado. Lo que hoy se vive en Morena es producto de un problema de raíz: el dirigente nacional Mario Delgado fue incapaz de mantener la conducción del partido, antes, durante y después del proceso interno, lo que dejó una estela de inconformidades en todo el país.
No se tuvo la capacidad ni el mínimo oficio político, para garantizar una selección de candidaturas con equidad, certeza y unidad. Por el contrario, el presidente de Morena y quienes le ayudaron a imponer candidatos, se encargaron de engañar a cientos de simpatizantes que creyeron que eran aspirantes y que nunca lo fueron, en Guerrero y en todos los estados.
Con esa gran irresponsabilidad, Mario Delgado me condenó por haber impugnado el proceso interno de Morena, y todo por mi legítimo derecho de querer conocer los resultados de las encuestas. Cosas del destino: hoy le toca patear la puerta, para que le restituyan decenas de candidaturas.
Finalmente, quiero agradecer a cientos y miles de personas que han creído en mi persona y que han sido solidarios ante las numerosas afrentas que nos ha tocado aguantar en esta lucha, que no ha sido nada fácil.
En especial agradezco a mis compañeras y compañeros de nuestro equipo, que también aspiraron a candidaturas a diputados federales, diputados locales, presidentes municipales, síndicos y regidores, que injustamente no fueron tomados en cuenta solo por el hecho de haberme apoyado.
A ellos les pido, que, a pesar de todo, y de quienes no están de acuerdo, nos mantengamos en el camino de la Cuarta Transformación, para demostrar la grandeza de nuestro proyecto, la importancia de nuestra fuerza política, pero sobre todo el tamaño de nuestra congruencia, dignidad y honestidad.
Gracias a todas y a todos.
Lic. Luis Walton Aburto.