*”El DIF Acapulco está más vivo que nunca”, celebra José Alfredo Cabrera Barrientos, a nombre de los benefactores del programa
Acapulco Gro; a 28 de septiembre de 2020.- Con el apoyo de empresarios, funcionarios municipales y representantes populares, el DIF Acapulco puso en marcha el programa “Apóyame, mi educación está en tus manos”.
A pesar de la adversidad por el paso de la pandemia, en este ciclo escolar 2020-2021, serán beneficiados 2 mil 500 niñas y niños de escasos recursos económicos de las zonas urbana, suburbana y rural del municipio.
“Estamos convencidos de que solo juntos, sociedad y gobierno, podremos coadyuvar para que decenas, cientos, miles de alumnos salgan adelante, a partir de las herramientas que ponen hoy en sus manos; con esos lápices y cuadernos habrán de trazar su futuro, con esas mochilas al hombro habrán de echar a volar su imaginación y construir ahora su compromiso social desde su entorno”, enfatizó la presidenta del DIF Acapulco, Adriana Román Ocampo.
Ante la alcaldesa Adela Román Ocampo, benefactores, padres de familia y ediles, la primera trabajadora social del municipio aclaró que en esta tarea altruista, se le aplica el rigor de la transparencia, “y en este momento, a ustedes les consta, que están viendo con sus propios ojos, en qué manos van a quedar sus aportaciones”.
La presidenta del organismo añadió que “no ayuda el que tiene mucho dinero sino el que quiere formar educandos exitosos, sembrando para su futuro, apostándole a esta masa brillante de sueños y esperanzas, a este pan que saldrá del horno con toda su sabrosura, para la boca del pobre que hoy come con amargura”.
Sostuvo con firmeza que, en este proceso de la Cuarta Transformación de la República, que se construye en el plano nacional y local, “compartimos la idea de que la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo, y es por eso por lo que, en este día histórico para el DIF Acapulco, aquí están las niñas y niños que van a cambiar el mundo”.
Con la representación de los alumnos beneficiarios, la niña Miriam Cortés Serrano, intentó dar un mensaje de agradecimiento, pero le ganó la emoción, la alegría, el mismo gozo que tenían sus compañeros que estaban sentados con sus mochilas y zapatos nuevos en el magno auditorio al aire libre de Sinfonía del Mar.
A su vez, a nombre de los benefactores, el empresario José Alfredo Cabrera Barrientos, reconoció el firme empeño y tiempo que le imprime la familia DIF a esta cruzada por la educación y contra el rezago, lo que demuestra que “el DIF Acapulco está más vivo que nunca”; que el esfuerzo de tocar puertas y puertas no cualquiera lo hace, y que tienen la firme convicción de que “educar a los niños de hoy, para no castigar a los hombres del mañana”.
Ante la fresca brisa del océano más grande del mundo como testigo, los tutores se fueron convencidos de que a sus hijos no se les regaló el pescado, por el contrario, con sus zapatos nuevos, cada uno abrirá su camino, para que se enseñen a pescar.
La noche de gala fue interrumpida por el paso de una fugaz lluvia, lo que prácticamente obligó a correr a los padres de familia, de la mano con sus hijos y mochilas a sus espaldas, rumbo a sus casas.