Por Baltasar Hernández Gómez ۞
(Análisis, comentarios, noticias, reflexiones, trascendidos y filtraciones sobre la política y los políticos de México, estado de Guerrero, Acapulco y más allá)
Jueves 16 de septiembre de 2021.
1.- El Presidente de México en Guerrero y Acapulco
2.- El grito de Independencia en Acapulco.
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1.- El Presidente de México en Guerrero y Acapulco
En la proximidad del cambio de poderes en Sinaloa y Guerrero, el Presidente López Obrador está empezando a saldar cuentas con gobernantes que no son de su filiación política. Así lo ha hecho con el todavía Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel (PRI), al invitarlo públicamente a ocupar la titularidad de la embajada de México en España.
Se presume que el nombramiento es producto del posicionamiento que tuvo el abogado y máster en administración pública sinaloense en las elecciones de junio pasado, que dio luz verde a la operación exitosa del partido Morena, teniendo a favor la colaboración de los capos de la tierra del tomate. El Presidente lo invitó sin importarle la opinión de su equipo de trabajo ni del partido Morena y mucho menos de los expertos en diplomacia.
Dicen los que saben que esta consideración fue tomada por López Obrador después de haberse entrevistado con la madre de Joaquín Archibaldo Guzmán Loera -reunión que se caracterizó por la excesiva calidez con la que el primer mandatario trató a la señora Ma. Consuelo Loera Pérez- en virtud de que en esta reunión privada no solamente se tocaron asuntos relacionados con las condiciones de vida y legales del hijo encarcelado en una cárcel de Estados Unidos, sino también cómo está la comunidad de Badiraguato y en qué nivel se encuentran las nuevas correlaciones entre los “hombres de honor”, concepto utilizado por el personaje central de la obra del escritor Mario Puzo, El Padrino.
Todo parece indicar que lo mismo sucederá con el actual Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, pues se rumora que, pasando la primera quincena del mes de octubre, López Obrador lo nombrará embajador en un Perú o Bolivia. La invitación no proviene por la capacidad política o diplomática del político oriundo de Tixtla (tierra que vio nacer al independentista Vicente Guerrero Saldaña), sino que es la retribución al rol que desempeñó como “fiel de la balanza” en el pasado proceso electoral 2021.
Astudillo Flores no apoyó las estrategias ni acciones del PRI regional y no estuvo al lado del candidato Mario Moreno (no Cantinflas, sino de apellido materno Arcos. Una vez que las autoridades electorales anunciaron el triunfo de la morenista Evelyn Salgado Pineda, hija del senador Félix Salgado Macedonio, el Gobernador fue el primero en reconocer los resultados y llamó a sus “correligionarios” y al candidato perdedor a respetar el desenlace electoral.
A un mes de dejar el cargo, Héctor Astudillo está, como él mismo ha insistido, enfocado en concluir su gestión de la mejor manera, tratando de no meterse en problemas con los actores políticos y económicos de la entidad sureña y que el proceso de transición/traspaso de gobierno no sea complicada para su sucesora. Si lo logra tendrá como recompensa la embajada en un país sudamericano, o bien, una subsecretaría no relevante o la subdirección general en una paraestatal.
A Astudillo Flores no le quedan más opciones: o es esto o tendrá que afrontar sin protección el fuego del priismo nacional y regional que ahora lo ve como renegado. El todavía Gobernador de Guerrero va a aceptar la oferta lópezobradorista sin importar el costo político de adherirse a la administración federal morenista, pues si se queda sin paracaídas político tendrá que enfrentar, entre otras muchas cosas, las investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y su órgano fiscalizador, el Sistema de Administración Tributaria.
Mientras esto se concreta, el Presidente López Obrador dio el grito de manera virtual y la Lotería Nacional rifó bienes muebles e inmuebles decomisados a infractores de la ley, como una casa en Sinaloa propiedad del otrora poderoso “Patrón” Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”. Así las cosas.
Como dato curioso informo que para este sorteo se emitieron 2 millones de “cachitos” y cada uno de ellos tuvo un costo de 250 pesos.
2.- El grito de Independencia en Acapulco.
La gente se pregunta por qué la Presidenta Adela Román Ocampo tuvo el atrevimiento de festejar la Independencia de México si no tuvo la capacidad de diálogo y acercamiento con los acapulqueños, siendo una gobernante autoritaria que no pudo administrar los destinos de cientos de miles de acapulqueños. Sin embargo, su osadía fue mayor y en la distancia sólo se limita a observar el repudio, creyendo que son enemigos porque ella sí ha triunfado y hecho lo que ha querido, sintiéndose fortalecida porque está a punto de regresar a la opacidad de la magistratura que posee en el Tribunal Superior de Justicia de Guerrero, luego de tres años de licencia.
Desde las 7.15 a.m. de ayer, cuadrillas de personal operativo de diferentes áreas del Ayuntamiento (sin la H de honorable, claro está) arreglaban el edificio vetusto y descuidado en que se ha convertido el antiguo palacio municipal, que después del reciente terremoto de 7.1 grados Richter y medio millar de réplicas, presenta daños estructurales. Ya pasadas las 9 de la noche Adela Román dio el grito de dolores (que no de Dolores, Guanajuato) rodeada del cuerpo edilicio, colaboradores cercanos, familiares e incondicionales. De pie en el balcón remozado que da al costado izquierdo de la iglesia denominada “Nuestra Señora de la Soledad” en pleno zócalo de Acapulco, portando uno de sus característicos vestidos estrafalarios de flores multicolores, procedió a actuar de acuerdo a los protocolos en este tipo de eventos.
No hubo público y no porque realmente estuviera estrictamente prohibido reunir a dos centenares de habitantes por estar en semáforo naranja debido a la pandemia Covid 19, sino porque supo que si asistían personas hubiera sido blanco de insultos y protestas, tal y como ya tenían planificado escenificar tres grupos de Morena que no están a gusto cómo va a dejarle la presidencia y Acapulco a Abelina López Rodríguez.
Esa misma explanada vacía en la noche del grito de Independencia no se pareció en nada a la de la mañana, pues estaba abarrotada por mujeres y hombres que trabajan en áreas de limpieza y conservación sin ser sindicalizados o eventuales porque están incluidos en la llamada “lista de raya”, la cual es un listado outsourcing municipal controlado de manera discrecional por los funcionarios más allegados a Román Ocampo y algunos regidores. Los trabajadores eventuales esperaron hasta pasado el mediodía bajo el inclemente sol con la esperanza de recibir su pago quincenal, tapándose sus rostros con lo que pudieran, bebiendo agua y mentando madres porque el pagador no llegó temprano y a muchos les informó que su dinero o cheque estaría hasta el lunes siguiente.
Mientras Adela Román arengaba con la bandera mexicana levantada, jalaba la cuerda de la campana y recordaba los nombres de los héroes independentistas y al gobierno de la cuarta transformación, las calles seguían obscuras y sin patrullaje, las fugas de agua y drenaje por doquier. No se acordó que cientos de jubilados y pensionados no han cobrado desde hace mes y medio y que en este mes no hay perspectiva que lo hagan.
No se acordó que empresarios no han podido cobrar sus facturas por servicios y productos provistos a las instituciones municipales. No se acordó de que en las colonias, barrios y fraccionamientos no hay suministro de agua potable. No se acordó que las calles están sin bacheo y llenas de vehículos oficiales en estado deplorable y de basura acumulada. No se acordó de la urgente necesidad de más de 8 mil familias que fueron afectadas por el terremoto del pasado 7 de septiembre y las lluvias torrenciales de hace dos días.
Mientras gritaba las proclamas festivas no pareció importarle que el propio Presidente López Obrador haya dicho públicamente -hasta en dos ocasiones- que resulta imperdonable que el Ayuntamiento de Acapulco haya gastado recursos públicos exorbitantes destinados a funcionarios y ediles, que incluyen salarios mensuales de hasta 96 mil pesos y el denominado “bono de gestoría” por un monto mensual de 140 mil pesos, cantidad que Adela Román disfrutó por ser formalmente edil. Nada más hay que multiplicar 140 mil pesos por 36 meses por 22 miembros del Cabildo para ver el tamaño del despilfarro financiero.
Dicho monto pudo haberse canalizado para resolver varios problemas que afectaron y siguen afectando la funcionalidad del municipio y, por ende, la calidad de vida de los acapulqueños.
Por las últimas declaraciones del Presidente López Obrador pareciera que Adela Román será la primera servidora pública de la nación (¿?) que estará colocada en la tribuna pública y judicial como ejemplo de que la 4T sí castigará a quienes se hayan desviado de los preceptos no mentir, no transar y no traicionar. Dentro de 13 días empezarán a visualizarse algunos desenlaces.
Quien tenga ojos que vea. Quien tenga oídos que oiga. Quien no, pues no.
۞Politólogo, comunicador, escritor y catedrático-investigador.