Ciudad de México. 22 de Agosto del 2016. – Puebla empató con el América en casa tras un intenso partido, lleno de volteretas, aproximaciones y goles que dejan buena sensaciones por el futbol que desplegaron ambos equipos.
Hubo también muchos roces, contactos en el campo y jugadas histriónicas para convencer a un árbitro como Fernando Guerro que tiene poca paciencia a la par de la rapidez para sacar tarjetas.
El América, al reconocer su cuerpo tras el final de la batalla, se percató de que quedó malherido por la expulsión de Rubens Sambueza. Los más puritanos en el club de Coapa hablarán de que partido tras partido se une un eslabón de malas decisiones que les perjudican pues en la segunda amonestación al mediocampista, no toca a Escudero. Peor aún, como en el clásico pasado que se jugó en liguilla ante Chivas, Sambueza no estará en el terreno de juego, a menos de que como se viene haciendo costumbre cada semana, la directiva del América apele el castigo.
En lo frenético del juego, hubo cambio constante de dominador. Primero las Águilas aprovecharon su mejor condición para expandirse en el terreno de juego, por momentos con exquisitos toques.
Llegaron a ganar el partido gracias a un penal que transformó Osvaldo Martínez pero renunciaron a controlar el cotejo y el Puebla fue comiendo terreno.
En un tiro de esquina anotó de cabeza Édgar Dueñas ante la débil y extraña mala marcación de los centrales americanistas. Peor evidenciados quedaron cuando el más diminuto de los jugadores de la liga,Christian Hobbit Bermúdez, les venció por arriba de cabeza.
El Puebla le había dado la vuelta al marcador pero tampoco mantuvo las pulsaciones a tope y pronto le regresaron a la realidad luego de un disparo lejano de Martínez que rechazó Campestrini y mandó al fondo de las redes Paul Aguilar.
*Información tomada de Adrenalina
