Chilpancingo, Gro. 12 de Octubre del 2017. – El alcalde priista de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva, anunció una denuncia en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo contra el Ayuntamiento de Tixtla que encabeza el perredista Hossein Nabor Guillén, para que un juez determine si la basura de la capital puede ser o no tirada en la celda emergente para el relleno sanitario de Matlalapa.
De esta forma el alcalde Marco Antonio Leyva, exigirá por la vía jurídica la utilidad de la celda de Matlalapa, municipio de Tixtla, y afirmó que no busca confrontaciones políticas ni sociales, sino hacer valer el “derecho” que le asiste porque dijo que el predio y la celda emergente son propiedad de Chilpancingo, lo cual, aseguró, demostrará ante las autoridades correspondientes.
“Debemos demostrar a la autoridad (judicial) que tengo la voluntad de tirar en un predio que es de Chilpancingo y que cuenta con todos los permisos. Tengo que agotar hasta la última instancia de diálogo, acuerdo e instrumento de queja como este juicio y agotar todos los elementos”, afirmó este jueves en una conferencia expresa para anunciar esta medida.
El alcalde aseguró que “en el arte de saber gobernar debe prevalecer la sensatez, la prudencia y el apego a las instituciones, pero también el uso de las herramientas que el derecho otorga, porque la misma historia nos está observando en cada paso”.
Informó que el litigio sería presentado a las 14:00 horas de este jueves ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo para obtener la “apertura” de la celda ubicada en una extensión de 67 hectáreas de Matlalapa, porque dijo que “lo necesita” como destino final de las 400 toneladas de basura que genera diariamente esta capital.
Sin embargo, a los representantes legales del Ayuntamiento les programaron la audiencia para el transcurso de este viernes, informó por la tarde noche el equipo de Comunicación Social del municipio.
“En apego a la legalidad y defendiendo nuestro derecho como ciudad vamos a iniciar este juicio, no contra el pueblo de Tixtla, sino en contra de la autoridad (el alcalde Hossein Nabor Guillén) y que sea el juez quien determine lo que procede”, explicó el alcalde en la conferencia de prensa.
Afirmó que “no es posible que por un carácter personal” se ponga en “peligro” a los ciudadanos y negó que busque una confrontación con su homólogo tixtleco, con quien resaltó que tiene una “relación afectiva” desde el 2005, cuando el edil de aquel municipio era priista.
– ¿Es un mensaje que le manda al alcalde de Tixtla? – se le preguntó-.
– “Es una invitación”, atajó.
El alcalde rechazó también que busque generar violencia o confrontación con los grupos sociales y pobladores de Matlalapa que se oponen al uso de la celda, quienes aseguraran que, de tirarse la basura en ese lugar, se contaminaría sus mantos acuíferos.
“No voy a generar violencia, pero sí lo voy a intentar (el uso de la celda) y en el primer momento en que me paren (suspendan la utilidad), paro las máquinas y me regreso (a Chilpancingo). No voy a generar enfrentamiento ni va a ser un asunto de fuerza”, afirmó.
Insistió en que el Cabildo anterior de Tixtla aprobó la construcción del relleno por unanimidad, el cual fue firmado Erika Alcaraz Sosa, en ese momento regidora y actualmente diputada y coordinadora de la bancada del PRD del Congreso local.
Agregó que la comunidad de Matlalapa tampoco se opuso a la construcción de la celda, cuyos trabajos tuvieron una duración de 4 meses y una inversión de 7 millones de pesos que aportó el gobierno estatal, más dos millones en estudio de prefactibilidad.
También desestimó que los grupos sociales puedan impedir el uso del relleno. “No creo que un grupo por más radical que sea se puede oponer a resolver este problema. Radical no quiere decir que no pueda razonar, podemos construir acuerdos entre todos”.
No hay intereses por el control de Matlalapa
El alcalde negó que mantenga una disputa con su homólogo de Tixtla por el control del relleno sanitario de Matlalapa, así como de los ingresos que genere el manejo de los residuos sólidos que allí se procesen.
Agregó que Nabor Guillén le hizo saber que “no había condiciones políticas” para utilizar el predio pero que “nunca me planteó un asunto de carácter de negocios”, aunque sí le solicitó obras de beneficio social como la construcción de canchas, techados y pavimentación de calles.
Recordó que en 2014 el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) asignó al Ayuntamiento de Chilpancingo 29 millones de pesos para el cierre del basurero, ubicado en la colonia La Cinca, al sur de la capital, y para construir la celda de Matlalapa.
Agregó que a principios del 2015 fue clausurada la construcción de la celda emergente porque no cumplió con normatividad, por lo que el gobierno municipal que encabezada el ex alcalde Mario Moreno Arcos perdió los recursos.
“El predio de Matlalapa no tenía escrituras, no estaba pagado y no tenía dictámenes o permisos; el terreno estaba en breña. Convocamos al dueño y se le pagó lo que se restaba, 650 mil pesos”, explicó, y aseguró que a partir de entonces su administración le dio seguimiento a la construcción de la celda.
El alcalde también rechazó que trabajadores y empleados del Ayuntamiento estén involucrados con la empresa “Lixo” que se encarga del saneamiento del basurero de Zumpango, Eduardo Neri, cuyas autoridades permitieron el depósito de los desechos que genera esta capital.