Chilpancingo, Gro. 15 de Febrero del 2017 (IRZA). – Desde este miércoles, una gran parte de niños que habitan en la colonia de damnificados por la tormenta Manuel, denominada Nuevo Mirador, toman clases en una rustica e inconclusa galera de madera, plástico y lámina metálica que construyeron sus padres en ese asentamiento humano porque no les alcanza el dinero para sufragar diariamente los gastos de inversión en comida y transporte para llevarlos a centros educativos en la capital.
Los padres y niños llevan a la galera las sillas de madera o plástico donde se sientan a tomar clases con tres maestras, algunos asientos, incluso, hechos de pedazos de tubo y madera.
La galera está divida en tres salones, uno para primero y segundo, otro para tercero y cuarto y otro más para quinto y sexto grado.
Las maestras que dan clases en esa escuela de nivel primaria, misma que aún no tiene nombre, aseguraron que ya fue autorizada su operación por la Secretaría de Educación de Guerrero y que ellas son mentoras que se encuentran a disposición.
La precaria escuela sólo cuenta con la mitad del techo y se mete el fuerte viento por las paredes de plástico duro que colocaron, pero tampoco cuenta con pintarrones ni sanitarios.
Los padres de familia decidieron iniciar con este proyecto porque les resulta sumamente caro llevar y traer a sus hijos a las escuelas de la capital, además de que algunos tenían que esperar a que sus hijos salieran de clases para llevarlos de regreso a sus casas para no erogar un gasto extra de recursos que no tienen.
Una madre de familia dijo que para llevar a sus tres hijos a la escuela tenía que gastar hasta 160 pesos al día.
Los padres de familia esperan el apoyo de las autoridades educativas y de gobierno para que puedan construir la escuela de material para que sus hijos puedan recibir clases y seguirse formando en condiciones más humanas.
En esta escuela reciben clases alrededor de cien niños que entrada a los salones a las 8:00 de la mañana y salen a las 12:30 del día.
