*El bruxismo se caracteriza por un rechinido constante de las piezas dentales
*Además de procedimientos dentares, la derechohabiencia recibe terapia psicológica
Un desgaste general de las piezas dentales por el constante rechinar de los dientes son generados por el bruxismo, padecimiento que es tratado en las Unidades de Medicina Familiar (UMF) del IMSS con procedimientos dentales de amalgama y atención de terapia psicológica, ya que puede estar ocasionado por algún trastorno de salud mental.
El médico promotor de Salud Bucal de la UMF número 9 del IMSS, Genaro Bedolla explicó que esta enfermedad está fuertemente relacionada con una alteración del sistema nervioso, que provoca un rechinar contante de los dientes a cualquier hora, pero es constante durante las noches al dormir.
Bedolla explicó que del 10 al 20 por ciento de la población lo padece a cualquier edad, pero se identifica más en niños; algunos de los pacientes no saben que lo padecen hasta que presentan síntomas constantes -además de rechinar de dientes- como degaste de las piezas dentales, mordeduras en labios o encías que provoca aftas, así como cefalea (dolor de cabeza) e, incluso, también está relacionado con la parasitosis.
El médico destacó que la salud bucal debe ser permanente y no actuar en forma irresponsable cuando ya un padecimiento bucodental está avanzado, es decir, no esperar a sentir molestias para acudir a una revisión adecuada.
Un tratamiento ideal en nuestro hogar es además del cepillado, el uso de hilo dental y enjuague bucal, que complementan la acción de limpieza que diariamente se tiene que seguir, así como aprovechar las campañas dentales que se despliegan en las unidades médicas del Seguro Social, donde se ofrece información de cómo realizarlo adecuadamente, recomendó el funcionario del IMSS.
En estos casos, el médico Bedolla indicó que los promotores de salud proporcionan flúor, que es muy recomendado para prevenir las caries dentales, además de que otorga otros beneficios a los dientes: aumenta la resistencia del esmalte y es antibacteriano, o sea, que actúa frente al crecimiento de bacterias que producen el sarro.