Chichihualco Gro; a 19 de noviembre del 2018.- Los fuertes intereses económicos de los dos grupos del crimen organizado que se disputan el control de la Sierra de Guerrero, han evitado que se pacte una “tregua navideña”, aseveró el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.
Rangel Mendoza acudió este lunes a Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, para realizar una visita a las familias desplazadas de once comunidades de esa zona, quienes desde hace una semana duermen en el Auditorio Municipal.
A su llegada a este sitio, el prelado católico reconoció que a lo largo de este año ha estado buscando que los dos grupos del crimen que se disputan el control de la Sierra pacten una tregua de no agresión, misma que no se ha concretado.
Señaló que hasta antes de la incursión de la policía comunitaria de Tlacotepec (Heliodoro Castillo) en Filo de Caballos (Leonardo Bravo), el domingo 11 de noviembre, ya no se ha podido concretar una “tregua navideña, no se ha podido”.
Rangel Mendoza lamentó que “más que la buena voluntad hay intereses económicos muy fuertes y al final lo que prevalece es el interés económico; esta ambición es la que hace que no se logre el proyecto de paz”.
No obstante, el obispo afirmó: “Tenemos una cosa muy buena, estamos vivos, tenemos voluntad y debemos apelar a todo mundo, sobre todo a la autoridad, para que haya orden y disciplina. La responsabilidad de la seguridad es de las autoridades municipales, estatal y federal, ellos son los que tienen que defendernos”.
Subrayó que es su voluntad seguir siendo interlocutor con ambos grupos. “Ojalá y se pueda lograr esta tregua. Es imposible hablar con todos al mismo tiempo, busco las oportunidades y les puedo decir que no hace mucho tiempo que he estado hablando con un grupo”, añadió.
Detalló que el grupo de Filo de Caballos “se comprometió a no asaltar más a las urvans del servicio público y a no quedarse con la comida”.
Consideró que en Guerrero se debe reconocer que la delincuencia “ha crecido enormemente; vemos que la delincuencia tiene armas más poderosas que el Ejército, que el gobierno”.
Salvador Rangel aseveró que esas “situaciones rebasan a las autoridades, pero no debe decaer la esperanza, por ejemplo, los que fueron atacados en Taxco, en Tenería, estaban haciendo una obra humanitaria por el presidente municipal para atender los fríos que se vinieron, mandó víveres y cobijas, desgraciadamente no se sabe quién los atacó. Estaban protegiendo elementos de la Policía del Estado, pero a veces son rebasadas las autoridades, hasta el mismo Ejército”, lamentó.
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza pidió a los más de dos mil desplazados por la violencia de una docena de comunidades de la Sierra que mantengan la “calma y tengan paciencia”, pues están trabajando de manera coordinada con las autoridades federales, estatales y municipales “para que en el momento más oportuno puedan regresar a sus hogares”.
Rangel Mendoza estuvo acompañado del alcalde Ismael Cástulo Guzmán, y dijo que “la iglesia católica está con ustedes, no están solos, el gobierno también los está apoyando; no los vamos a abandonar. A los diez sacerdotes que tenemos en la Sierra les pedí que no abandonaran a la gente, que sientan ese consuelo que estamos con ellos y que no los vamos a dejar”.
Explicó que se trata de una docena de sacerdotes que se encuentran en las comunidades de Filo de Caballos, Yextla, El Durazno del Refugio y Tlacotepec, entre otras. “Les pedí que no los abandonen y que sean un hombro donde puedan recostarse”.
El obispo sostuvo que ninguna autoridad “los ha abandonado, hace unos momentos estuve hablando con el gobernador Astudillo y con otras autoridades, y están dispuestos a apoyarnos en todos los sentidos”.
“Tengan tranquilidad, les pido que se armen de un poquito de paciencia; aquí están seguros, hay apoyo de las autoridades civiles, de la iglesia católica y de otras iglesias”, pidió.
El obispo les pidió a las mujeres desplazadas que cuiden a sus hijos y esposos, “porque a veces los esposos se envalentonan y quieren arreglar las cosas, pero con violencia no se arregla, con balas no se arregla, por eso les pido que traten de proteger a sus hijos y maridos.
En la reunión un joven le pidió al obispo que lo más urgente que requieren en ese albergue temporal de desplazados, son “unas casas de campaña para las mamas que acaban de dar a luz y personas de la tercera edad; requerimos de agua, toallas sanitarias, pañales, cobijas medicamentos, es lo que más necesitamos”.
El obispo les dijo que recibía sus peticiones y que iba a llevarlas a las autoridades, pero también a los feligreses católicos, para que apoyen a estas más de dos mil personas desplazadas. (www.agenciairza.com)