Xalapa, Veracruz. 18 de Mayo del 2016. – Un centenar de personas, algunas de ellas presuntamente acarreadas, se manifestaron a las afueras de los juzgados de la ciudad judicial del puerto de Veracruz para clamar por la supuesta inocencia de Enrique Capitaine, hijo del exalcalde de Nautla, Felipe Capitaine, y acusado de haber cometido abuso sexual en contra de la joven Daphne Fernández, escándalo que ha traspasado fronteras.
En la marcha, los manifestantes portaban playeras y globos blancos con la leyenda de “Enrique es inocente”.
Jaqueline Marín Lara, madre de Enrique Capitaine, acusó que los periodistas de Veracruz están “vendidos” y organizados para emprender una campaña de desprestigio –dijo– en contra de su hijo.
“Miguel Ángel Yunes le ha pagado a los medios para que lo inculpen, él ha estado detrás de todo esto, desde México el PAN ha estado moviendo a ustedes, a los reporteros”.
Marín Lara explicó que hoy en día las únicas pruebas que ha aportado la defensa de Daphne Fernández es la declaración de la joven, sin embargo, a un año y cinco meses de que se cometió el supuesto abuso sexual, no hay más elementos para fundamentar la sanción penal correspondiente.
Este miércoles 18 el juzgado del Tribunal Superior de Justicia podría emitir el auto de formal prisión en contra de Enrique Capitaine.
A la protesta acudieron residentes de las colonias más pobres de Xalapa y, en algunos casos, ni siquiera conocían al joven Capitaine; algunos reporteros del puerto de Veracruz aseguraron que se trataba de acarreados, financiados por el exalcalde priista de Nautla.
La madre de Enrique Capitaine exigió a los integrantes del Poder Judicial del Estado y de la Fiscalía General (FGE) que la sanción que se emita sea conforme a derecho.
“Que no vaya a juzgarlo por la presión mediática que están haciendo en su contra”, planteó.
Los manifestantes llegaron gritando consignas como “¡Enrique es inocente, no es un delincuente!” y ¡“Daphne, di la verdad y no te irá mal!”.
Desde el 21 de marzo pasado Javier Arturo Fernández Torres, padre de Daphne Fernández, viene exigiendo a la FGE y al gobierno de Javier Duarte justicia para que los cuatro jóvenes que violaron hace un año a su hija reciban una consignación penal, pues a un año de ocurrida la violación, hoy los júniors continúan en la total impunidad.
“No hay mucho qué decir, que vea el personal (de la Fiscalía) el expediente y en ese momento los va a consignar. Sobran pruebas, hay elementos suficientes”, aclaró.
En la investigación ministerial 592/15/1ESP/VER/05 –a la que este reportero tuvo acceso–, se relata cómo los jóvenes Enrique Capitaine, Jorge Cotaita Cabrales, Gerardo Rodríguez Acosta y Diego Cruz Alonso subieron por la fuerza a la hija de Fernández Torres a un vehículo Mercedes Benz para después abusar sexualmente de ella en el domicilio de uno de ellos, en el fraccionamiento residencial Costa de Oro.
De la investigación ministerial, abierta en mayo de 2015, se desprende cómo hubo un quinto joven involucrado, Felipe Capitaine, hermano gemelo de Enrique, en el abuso sexual que se llevó a cabo en el baño de una residencia.
La denuncia de hechos, interpuesta por Fernández Torres, revela paso a paso cómo su menor hija fue llevada en contra de su voluntad al salir de una discoteca denominada “PH”, y cómo los cuatro jóvenes le quitaron su teléfono celular para que no pudiera comunicarse con las amigas con las que había acudido ese día a bailar.
“La subieron contra su voluntad en la parte de en medio del asiento de atrás del auto y era custodiada por Jorge Cotaita por un lado (atrás del conductor) y Diego Cruz por el otro (atrás del copiloto); que estos dos sujetos le jalaban la ropa y la manoseaban por debajo de la falda, tocándole sus pechos y partes íntimas, que ella les insistió que no lo hicieran, que no quería eso, pero que ellos entre burlas y agresiones seguían haciéndolo, mientras Enrique Capitaine manejaba a toda velocidad y Gerardo Rodríguez iba de copiloto, que todo ese tiempo, ella trataba de calmarlos y hacerlos entrar en razón, pero que no lo logró”.
Aunque el abuso sexual ocurrió en enero de 2015, fue hasta meses después cuando la hija de Fernández decidió contarle todo a su hermana mayor y posteriormente a las autoridades del bachillerato privado donde estudia, pues el trauma psicológico del que fue objeto la orilló a callar dicho abuso durante varias semanas.
Fernández Torres señala que se dilató en poner la denuncia penal por las secuelas psicológicas que observó en su hija, sin embargo, a través de un video, el cual circuló en redes sociales, se aprecia cómo los cuatro jóvenes admiten su responsabilidad en el abuso sexual.
*Información tomada de Proceso