Ciudad de México. 26 de Octubre del 2017. – Para el decano de la cúpula empresarial mexicana, Claudio X. González Laporte, que lo comparen con Fidel Velázquez es halagador. Con esa autoafirmación, el líder empresarial reeditó la práctica ritual del extinto cetemista en tiempos de sucesión: el destape.
El ungido por una de las figuras más emblemáticas de los poderosos de México resultó ser José Antonio Meade Kuribreña, el secretario de Hacienda, un hombre importante en los sexenios del PRI y el PAN, posicionado como el más sólido aspirante a la postulación por el primero de esos dos partidos.
En sólo dos días, Claudio X. González, siempre cercano a Carlos Salinas de Gortari, fundador del Consejo Mexicano de (antes, Hombres de) Negocios (CMN), habla a nombre de los empresarios más poderosos de México, como Carlos Slim y Germán Larrea:
“Están dispuestos a actuar (en 2018) porque la amenaza del populismo es grande”, dijo en una entrevista concedida a la revista Forbes México, difundida este miércoles en su portal informativo.
Apenas ayer, en la Cumbre de Negocios 2017 realizada en San Luis Potosí, González Laporte expresó respecto a Meade:
“… sin duda lo puedo decir con mucha convicción: aquí está uno de los más fuertes (candidatos)”.
Luego añadió: “Pepe Meade nos va a poner la mesa de una manera que va a ser clara de lo que puede ser el gran futuro que tiene nuestro país. Porque Pepe sabe hablar de lo que es México y de lo que es su aspiración hacia el futuro; Pepe es alguien que ve hacia el futuro”.
Con el PRI y contra el Peje
En el centro de las dos declaraciones hay otro común denominador, además del destape de Meade Kuribreña: el rechazo del empresario a los planteamientos del dirigente de Morena y por tercera vez candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, a quien identifica como populista, tal como lo viene haciendo desde finales de agosto el presidente Enrique Peña Nieto.
La entrevista en Forbes fue publicada con el título “López Obrador vive en lo peor del siglo pasado: Claudio X. González” y abre con el tema de la corrupción y el activismo de su hijo Claudio X. González Guajardo.
“Se podría pensar que, dado el activismo de su hijo Claudio X. González Guajardo en contra de la corrupción en México y el reproche que por ello le habría hecho el presidente Enrique Peña Nieto, según The New York Times, habría dado por terminada su tradicional cercanía con los presidentes del país; algo que tampoco es cierto”.
Forbes destaca enseguida: don Claudio dice que las investigaciones de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, organización creada por su hijo Claudio, no se van a detener, y empujarán para que los candidatos a la presidencia, cuando los haya, se comprometan públicamente a combatir la corrupción.
El balance del magnate abunda en lo paradójico que a su juicio es tener un desempeño económico mejor que lo esperado y un hartazgo social, con la política y los políticos, por la corrupción y la inseguridad. Paradoja, dice al abundar al estilo de Peña Nieto, la economía y las reformas en contraste con el mal humor social.
Pero su preocupación está en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que defiende el discurso oficial, lamenta la presidencia de Trump y, a partir de ahí, regresa a López Obrador con la siguiente expresión:
“Estados Unidos tiene que fortalecer a su vecino del sur por su propia seguridad; no le conviene un México débil, dividido, en manos de un populista”.
Y es que, en su perspectiva, Claudio X. es persistente en el elogio a las reformas estructurales de la actual administración, señaladamente de la reforma energética que celebra su inclusión en el TLCAN, y considera que se pone en riesgo si llegara a la Presidencia López Obrador.
“Hablando del 18, cuando uno de los candidatos habla de que quiere revisar todas las reformas y, particularmente, la energética, le da la pantalla de que quiere estar seguro de que no haya un Odebrecht, que no haya corrupción en los contratos, pero no es cierto: esconde el hecho de que quiere deshacer la reforma energética… y la reforma educativa y las otras reformas”.
Respecto de López Obrador, Claudio X. se explaya: su diferencia de visiones sobre el sector petrolero, su molestia con que el tabasqueño haya tomado pozos y, sin embargo, una coincidencia en los Cardenales de San Luis, como equipo favorito de beisbol.
Inclusive, menciona que hace un año y medio mandó invitar al de Morena –a través de Yeidckol Polevnsky– a un encuentro en Estados Unidos para ver un juego, pero no tuvo respuesta.
Luego, dice: “Lo más favorable que ha dicho de mí Andrés Manuel recientemente, en una entrevista con Reforma Televisión, fue: ‘Claudio X. González, miembro de la mafia del poder, es una especie de Fidel Velázquez del sector empresarial’. Me sentí francamente halagado, porque Fidel fue un líder sindical que ayudó mucho a lograr el primer TLCAN”.
El reportero Zacarías Ramírez le pregunta:
–Si lo tuviera enfrente, ¿qué le diría?
–Lo que veo del Peje (porque no es Andrés Manuel López Obrador, para mí es el Peje) es que es un hombre profundamente atado al pasado; vive en lo peor del siglo XX, no es capaz de ver el siglo XXI y todos sus retos.
Sobre las otras ofertas políticas, hay más:
–¿Qué escenario ve usted para 2018?
–Al PRD, desafortunadamente, lo debilitó mucho el propio Andrés Manuel, al irse y crear su partido, Morena, que es su propio negocio porque lo maneja totalmente.
“Ahora PAN, PRD y MC (Movimiento Ciudadano) están haciendo una alianza; todo indica que va por buen camino. Vamos a ver. Todo indica que, por tamaño y peso específico, debiera ser alguien del PAN, pero también dentro del PAN hay cierta división.
“El PRI, luego de que quitó candados para hacer posible una candidatura de alguien como José Antonio Meade, creo que ha mejorado sus posibilidades de competir, a pesar de que muchas de las encuestas lo ponen en tercer lugar. El PRI tiene un grupo de candidatos que pudieran ser atractivos en el 18 y, sobre todo, tiene a dos o tres de ellos con una trayectoria bastante limpia, intachable; y eso va a ayudar.
–¿Quiénes son los otros?
–De Nuño, mejor no digo; el tercero, porque Emilio Gamboa salió con cuatro, y yo salí con tres, pero yo no tengo el peso específico para andar hablando en esos términos…
–Pero hay un tercero…
–Sí, lo hay, pero… creo que el PRI ha mejorado sus posibilidades, pero vamos a ver qué dice la contienda, porque las reglas son bastante distintas y estrictas.
*Información tomada de Proceso