Texto cortesía de Rogelio Agustín/ Milenio
*Desde principios de julio, las amenazas en su contra se recrudecieron
Pungabarato, Gro., a 24 de Julio del 2016.- La noche del sábado, el alcalde de Pungabarato, Ambrosio Soto Duarte fue asesinado a balazos en San Lucas, municipio perteneciente al estado de Michoacán.
De acuerdo a la información proporcionada por funcionarios de la administración de Pungarabato, Soto Duarte regresaba del municipio de referencia, estaba por pasar Riva Palacio para ingresar a la demarcación que gobernaba, cuando fue víctima de un atentado a balazos.
El pasado 5 de julio, su primo y chofer, Sebastián Soto Rodríguez fue ejecutado en un basurero ubicado en Cutzamala de Pinzón.
A partir de ese momento, el primer edil solicitó el regreso a la zona de la Policía Federal (PF), pues señaló que a partir del retiro de la misma, los municipios de la Tierra Caliente y sus comunidades habían quedado a merced de los grupos del crimen organizado.
Incluso, señaló que estaba dispuesto a respaldar a por lo menos cien productores de ganado que se estaban armando para disminuir el delito del abigeato, mismo que repuntó a partir de que se fueron los federales.
En reiteradas ocasiones, Soto Duarte manifestó que la delincuencia organizada estaba molesta con él porque no accedía a la pretensión de pagarles derecho de piso, también había prohibido la circulación de motocicletas sin placas, que eran utilizadas por los halcones para vigilar la ciudad.
En días pasados, el primer edil de Pungarabato solicitó audiencia en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para denunciar la situación que se enfrentaba en su municipio.
A principios de su gestión, en redes sociales se difundió un video en el que supuestos líderes del crimen lo amenazaban de muerte, supuestamente por no cumplir acuerdos pactados durante su campaña.
El alcalde de filiación perredista, sostuvo en su momento, que los delincuentes estaban inconformes porque también prohibió la venta en su municipio de carne producto de ganado robado, la cual se procesaba en Michoacán y se quería introducir de manera ilegal en Guerrero.