Tlacotepec, Gro. 22 de Junio del 2018. – Raybel Jacobo de Almonte, líder de la banda “Los Tequileros”, habría muerto en un enfrentamiento con integrantes de la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), el pasado 2 de febrero en la comunidad de Laguna de Hueyanalco, municipio de San Miguel Totolapan.
Esos testimonios de varios policías comunitarios de este municipio de la Sierra de Guerrero coinciden con los reportes públicos que hay de esa fecha, que indican que a principios de año se registró una fuerte balacera en esa comunidad de San Miguel Totolapan, en la Tierra Caliente.
Este viernes en esta cabecera municipal de Heliodoro Castillo, varios policías comunitarios aseveraron que el cabecilla de esa banda de secuestradores cayó abatido tras dos días de confrontación a balazos.
Jacobo de Almonte estableció una etapa de horror y temor en comunidades de San Miguel Totolapan, donde estableció un territorio de impunidad, hasta que las comunidades se organizaron y a base de denuncias lo expulsaron de esa zona, obligándolo a refugiarse en la Sierra de Tlacotepec, donde intentaba reagruparse y fortalecerse.
Este viernes durante una conferencia de prensa, integrantes de la Policía Comunitaria de este municipio de la Sierra coincidieron en afirmar que “El Tequilero” murió a tiros en esos enfrentamientos del 2 de febrero.
Indicaron que, tras ser desterrado de La Gavia, municipio de San Miguel Totolapan, “El Tequilero” se refugió en comunidades y rancherías aledañas a Laguna de Hueyanalco, donde intentó sentar sus reales y extenderlas hacia Tlacotepec, lo que ocasionó fricciones con las comunidades.
Indicaron que el viernes 1 de febrero se registró una confrontación a tiros con unos 28 integrantes del primer círculo de Jacobo de Almonte, quien se habría incorporado a este grupo un día después.
“De las 28 gentes de ‘El Tequilero’ murieron 12, entre ellas esta persona, quien quedó tendida a media calle; nadie sabía quién era, hasta que nos enteramos”, aseveró uno de los comunitarios.
Indicaron que después de esos dos días de enfrentamiento, resguardaron ese sitio hasta que llegó una columna del Ejército, cuyos elementos identificaron por sus características físicas a Jacobo de Almonte. “Nos preguntaban que quién iba a ser el nombre que anotarían para reclamar la recompensa de tres millones de pesos y quedara constancia”.
Aseguran que no hubo aceptación de esa recompensa y que los militares tenían temor de que se recabara información genética de “El Tequilero”.
“No querían, y pues le quitamos un pedazo de piel al cuerpo y de ahí que hicieran lo que quisieran. Nosotros cumplimos con defender a nuestras comunidades”, aseveró un policía que afirma haber estado en el lugar de los hechos.
El relato de los policías coincide con información hecha pública sobre una confrontación a tiros en esa comunidad, en aquella fecha, y con la aprehensión -un mes después en San Luis Potosí- del hermano de “El Tequilero”, quien supuestamente dirigía a un grupo de la delincuencia organizada en ese estado.
(www.agenciairza.com)