Chihuahua, Chih.- Habitantes del municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua, afamado por dar refugio a la comunidad menonita y por ser el principal productor de manzana en el país, diariamente deben librar no solo el asedio del crimen organizado, también el de elementos de corporaciones de seguridad de los tres niveles de gobierno.
Desde “levantones”, amenazas, robos y extorsiones que llegan hasta el medio millón de pesos, son orquestadas por instrucciones de altos mandos policiacos.
A través de una carta anónima en poder de esta redacción, escrita por un grupo de ciudadanos, se afirma que para cometer este tipo de ilícitos hay complicidad entre jefes de instancias estatales y federales, con presuntos integrantes del crimen organizado, casos que regularmente son cometidos en contra de comerciantes.
“Estamos viviendo el terror ocasionado por estos falsos servidores públicos”, señala uno de los renglones del escrito que llegó vía anónima a esta redacción.
En el documento, los denunciantes narran el caso de un empresario al que nombran “Marco”, a quien meses atrás policías estatales habrían secuestrado y posteriormente allanaron su domicilio de donde le robaron varias de sus pertenencias y dinero en efectivo.
“Amenazaron de muerte a su familia, fue humillado en su persona y además, sometido a un terror psicológico que raya en lo psicótico (sic)”, detalla el texto.
El comerciante habría sido “detenido” acusado de traficar con mercancías de procedencia extranjera, un delito del fuero federal. Siete de los 13 exelementos que participaron en esta falta se encuentran detenidos bajo proceso penal y el resto logró escapar.
Esta extorsión no se habría podido ejecutar sin la información confidencial que desde la subsede de la Fiscalía General de la República (FGR), les habría hecho llegar el agente Baltazar Tito Villar, alias “el monstruo”.
Además, señalan que Luis Jurado, comandante operativo de la policía municipal, en complicidad con el titular del grupo especial K-9, Juan Carlos Rentería, continúan cometiendo extorsiones contra comerciantes y restauranteros, “extralimitándose en sus funciones e incluso usurpando funciones que no les corresponden, como las de Protección civil y reglamentos de Gobernación”.
Desde ese cargo, según denuncian, utilizan esa información para “mandar avisos” a integrantes de la delincuencia organizada, lo cual se acentuó tras la llegada al cargo de primer comandante de la subsede Cuauhtémoc de la propia FGR, Alfredo Cruz Pérez, que llegó al puesto presuntamente “apadrinado” por un jefe de la delincuencia organizada.
Fue gracias a dicha información que agentes federales habrían extorsionado a un empresario gasolinero de nombre “Luis Carlos”, a quien “detuvieron” con el pretexto de que poseía “huachicol” en su negocio y ante el temor de ser víctimas de alguna agresión, accedió a entregarles 500 mil pesos en efectivo.
La misiva añade que Cruz Pérez opera con el apoyo de Coset Flores Miramontes, a quien señalan como “infiltrada” en la corporación federal con el puesto de secretaria, para traficar con información y fungir como “halcón” de la delincuencia organizada.
