Arizona, Estados Unidos. 31 de Agosto del 2016. – El candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró ante miles de sus seguidores en Arizona que el muro entre México y Estados Unidos va y que será pagado por México, “cien por ciento”.
“Vamos a construir una enorme muralla en la frontera sur y México va a pagar por ese muro, cien por ciento. No lo sabe todavía pero así será”, dijo el republicano en el mitin y sus seguidores aplaudieron y ovacionaron.
Trump recobró el tono amenazante después de su visita a México. Habló además con más bríos, a gritos.
Desde el primer día en que asuma como mandatario de Estados Unidos adelantó que trabajará en ese “hermoso y poderoso muro”.
Se dijo que está convencido de que se concretará la construcción de “después de reunirme con su maravilloso Presidente”.
En suelo mexicano por primera vez desde que fue nominado como candidato presidencial republicano, Donald Trump defendió el miércoles frente al Presidente Enrique Peña Nieto el derecho de Estados Unidos de construir un muro en la frontera con México.
Pero poco después de la visita relámpago del republicano, surgió una controversia sobre la parte más polémica del plan del republicano para erigir el muro: quién lo pagará.
Luego del encuentro privado en la residencia presidencial en la Ciudad de México, Trump aseguró a la prensa que, aunque hablaron del tema, no se discutió quién asumiría el costo del muro.
Peña Nieto no hizo ninguna referencia al tema en ese momento, pero horas después aseguró en su cuenta de Twitter: “Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro”.
Debido a que fue un encuentro privado, fue imposible saber quién dijo la verdad.
Trump empezó su carrera por la Casa Blanca calificando a México como fuente de violadores y criminales, y sumó varios ataques en torno al tratado de libre comercio, la inmigración y la seguridad fronteriza.
El viaje ocurrió unas horas antes de que el candidato pronuncie un esperado discurso en Arizona en torno a la inmigración no autorizada, un tema central en su campaña sobre el que recientemente ha titubeado.
Peña Nieto, por su parte, dijo a Trump que los mexicanos “merecen el respeto de todos” y que sus ciudadanos contribuyen al desarrollo y prosperidad de Estados Unidos.
Señaló que los asuntos de la frontera común deben considerar la inmigración, pero también los flujos ilegales de armas y dinero al sur que alimentan la violencia de los carteles de las drogas.
“Tener una frontera segura es un derecho soberano y de beneficio mutuo”, dijo Trump mientras leía un discurso preparado. “Reconocemos y respetamos el derecho de cualquier país a construir una barrera física o muro en cualquiera de sus fronteras para detener el movimiento ilegal de personas, drogas y armas”, añadió.
Trump llegó a un país donde es ampliamente despreciado. Pequeños grupos se manifestaron en al menos dos puntos de la capital, mientras un ex presidente y una ex primera dama abiertamente le dijeron al multimillonario neoyorquino que, a pesar de la hospitalidad del mandatario mexicano, no es bienvenido.
“Aunque lo hayan invitado, sepa que no es bienvenido. Los mexicanos tenemos dignidad y repudiamos su discurso de odio”, señaló en su cuenta de Twitter la ex primera dama Margarita Zavala, considerada posible candidata presidencial para 2018.
La candidata demócrata Hillary Clinton quien dijo que no basta un viaje relámpago al país vecino para compensar “un año de insultos e insinuaciones”.
Clinton dijo en la convención anual de la Legión Americana, una organización de veteranos de guerra, que los votantes necesitan tener la certeza de que pueden contar con uno. Eso “sin duda requiere mucho más que tratar de compensar un año de insultos e insinuaciones con una visita de unas pocas horas a nuestros vecinos y después regresar a casa”.
“No es manera de hacer las cosas”, dijo la candidata demócrata.
Trump ha dicho que deportará a los cerca de 11 millones de personas que se estima viven en Estados Unidos sin permiso de residencia, además de que obligaría a México a construir un muro en la frontera común.
Recientemente, sin embargo, insinuó en encuentros con simpatizantes hispanos que podría suavizar las posturas recalcitrantes que defendió durante las elecciones primarias de su partido. El magnate está bajo presión para aclarar su posición, en parte por los mensajes encontrados que envían los miembros de su equipo.
“Los estadounidenses van a ver claramente que hay un candidato en esta campaña que está preparado para tomar los pasos necesarios para terminar con el flujo de inmigración ilegal”, dijo el miércoles en CNN Mike Pence, el compañero de fórmula de Trump.
Ciudadanos comunes, políticos, académicos e intelectuales criticaron la invitación que le hizo el mandatario mexicano.
El único viaje previo fuera de Estados Unidos en su calidad de candidato presidencial fue a principios del verano cuando voló a Escocia para estar en la reapertura de uno de sus campos de golf.
Peña Nieto invitó a México tanto a Trump como a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Peña Nieto ha sido muy crítico con la política migratoria original que defendía el republicano, especialmente su insistencia de que México pagaría el muro fronterizo. En una entrevista en marzo, el Peña Nieto dijo que su país “de ninguna manera” se haría cargo del gasto.
En la misma entrevista, el mandatario comparó la retórica de Trump con la de los dictadores Adolf Hitler y Benito Mussolini y afirmó que había dañado los lazos bilaterales. También los expresidentes de México Vicente Fox y Felipe Calderón han aludido a Hitler al describir a Trump.
*Información tomada de Sin Embargo