Tepecoacuilco Gro; a 04 de febrero del 2020.- Los cuerpos descuartizados de cuatro personas fueron hallados la noche de este martes en distintos puntos de los municipios de Tepecoacuilco de Trujano y Huitzuco de los Figueroa, de la región Norte del estado.
Inicialmente, la cabeza decapitada de un hombre fue encontrada hacia las 8 de la noche en la localidad de Sabana Grande, Tepecoacuilco.
El hallazgo se registró a orillas de la carretera Chilpancingo-Iguala, cerca de las paradas de las urvans del servicio público.
Esa zona fue acordonada por policías federales del sector Caminos, mismos que solicitaron la presencia del personal de la Fiscalía Regional para que llevaran a cabo las diligencias.
La cabeza cercenada fue hallada junto a una cartulina verde, sobre la cual también colocaron un par de celulares.
En el mensaje de la cartulina se leía que la víctima era miembros de una banda de robacarros, para lo cual indicaban a las autoridades que revisaran los aparatos celulares.
Se trató de un hombre de aproximados 30 años, de piel morena y -conforme al tamaño de la extremidad- de complexión regular.
Casi al mismo tiempo se realizó el reporte de más restos humanos en la comunidad de Atetetla, a unos 20 minutos del punto anterior, pero ya en el municipio de Huitzuco de los Figueroa.
En esta ocasión se hallaron los cuerpos de dos hombres descuartizados, uno de ellos sin cabeza. Presumieron las autoridades que éste cuerpo puede corresponder a la cabeza hallada en Sabana Grande.
Los restos de Atetetla, distante unos cinco minutos de la cabecera (Huitzuco), se hallaron también con una cartulina en que relacionaban a las víctimas con actos delictivos.
En este papel, igualmente, pidieron revisar los celulares, para que se comprobara que las víctimas se dedicaban a cometer delitos.
También en Huitzuco, pero en la comunidad de Apolutla, se localizaron casi de manera simultánea los cuerpos descuartizados de otras dos personas. De la misma manera, en cartulinas, se les relacionaba con la delincuencia organizada.
Al final, los cadáveres fueron trasladados en calidad de desconocidos a las instalaciones del Servicio Médico Forense de la ciudad de Iguala.