Por Jacko Badillo
El mejor homenaje que podemos hacer a las mujeres es reconocer la igualdad de derechos que tienen con respecto a nosotros los varones, respetarlas y generar las condiciones para que ni una más sea víctima de agresión, discriminación, ultraje o asesinato por el sólo hecho de ser mujer.
Es tiempo que esos grandes pendientes, que las deudas históricas que la sociedad tiene con el género femenino se vayan saldando, que la brecha de desigualdad se vaya cerrando y que prevalezca la convivencia armónica, pacífica, amorosa dentro de las familias.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, efectivamente, no se trata de celebración, sino de conmemorar, pues la fecha tiene su origen en un acontecimiento trágico en el que estuvieron involucradas mujeres trabajadoras, como todas aquellas que a diario tienen que dejar el hogar y sus hijos para salir a buscar el sustento.
Desde nuestra trinchera como dirigente del sector empresarial y como alguien que guarda un profundo cariño y admiración a las damas, refrendamos nuestro compromiso de seguir impulsando ese respeto hacia los seres que tienen el gran privilegio de dar la vida, reconociéndolas como el pilar fundamental de las familias.
En ese sentido, en esta decisión de involucrarnos en los asuntos públicos y que con el favor de Dios lo tenemos que lograr arribando a los espacios desde donde se toman las grandes decisiones, vamos a luchar con todas nuestras fuerzas porque en Acapulco tengamos mejores condiciones no solamente para las mujeres, sino para todos los ciudadanos en general, pues si hay algo a lo que aspiran ellas, es a vivir en paz, a sentirse seguras en sus hogares y a ver crecer y desarrollarse en un ambiente sano a sus hijos. No tenemos duda de que lo vamos a lograr.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!