Por Baltasar Hernández Gómez ۞
(Análisis, comentarios, noticias, reflexiones, trascendidos y filtraciones sobre la política y los políticos de México, estado de Guerrero, Acapulco y más allá)
El estado de Guerrero resurgirá de las cenizas?: la asunción de Evelyn Salgado Pineda a la gubernatura.
Lunes 18 de octubre de 2021.
En medio de una sesión cargada de simbolismos y rituales cuasi faraónicos, Evelyn Salgado Pineda (ESP) dejó de tener la nomenclatura de Gobernadora electa para poseer, en los próximos seis años, el estatus constitucional de Gobernadora del estado de Guerrero.
Sonaron las campanadas y porras prefabricadas en el recinto del Congreso del estado y ella, enfundada en un traje oscuro con bordados amuzgos del municipio de Ometepec y portando unos aretes de filigrana de oro que la hicieron parecer top model, juró cumplir y hacer cumplir la Constitución de la entidad federativa que está situado en los últimos tres lugares de bienestar social, cultural y económica en México, subrayando en la tribuna que su administración hará historia porque seguirá los principios y ejes rectores de la Cuarta Transformación.
Viendo de frente a su padre, el senador Félix Salgado Macedonio, al enviado del Presidente López Obrador y a decenas de legisladores locales y federales, gobernantes de otros estados, líderes de las tribus del partido Morena, representantes de los medios de comunicación y personalidades del ámbito social, académico y político, ESP aseguró que recibe un estado con muchas expectativas sobre lo que realizará y que por ello tratará -con todas sus capacidades- cumplir las aspiraciones de los guerrerenses.
Afirmó que pondrá mucha atención al combate de la corrupción y llegará hasta donde tenga que hacerlo para no defraudar la confianza y esperanza de la población. EPS señaló que su gobierno estará empeñado en reactivar el desarrollo integral de las 7 regiones del estado sin privilegios y que será la primera defensora de los derechos humanos y en particular de las mujeres.
Hasta aquí el mensaje institucional transmitido no se diferencia de otros que, por años, han sido replicados por tricolores, amarillos, azules y ahora de color Pantone 1805 (de acuerdo a la clasificación de colores inscritos en el INE). Su toma de posesión fue una cauda de buenas intenciones, de llamado constante a la unidad y al diálogo, asumiendo que la conformación del gabinete formal en forma paritaria, es garantía de que su sello gubernamental va a estar blindado de ineficacias u omisiones.
Más allá de los párrafos y entrelíneas que presuponen una administración con profundo sentido social, la problemática existente no va a resolverse con un “borrón y cuenta nueva”. El desfalco y mal utilización de las finanzas públicas, las deudas sociales, las obras inconclusas, el manejo perverso de la comunicación social, las contrataciones no consolidadas en el manejo preventivo-correctivo de la pandemia Covid 19, la falta de cumplimiento a trabajadores de la salud, seguridad pública, burocracia, inversionistas, contratistas, jubilados y pensionados; además de la inacción en el terreno económico que aumentó la pobreza, marginación social y la inseguridad; son herencias malditas de su antecesor (Héctor Antonio Astudillo Flores) que no son cuestiones menores que puedan ser omitidas y mucho menos desechadas, sino por el contrario retomadas para que actúe, a fin realizar programas para el mejoramiento de las condiciones de vida de los guerrerenses en las 7 regiones.
El discurso pronunciado en un auditorio repleto de políticos pertenecientes a todas las ideologías ficticias avaladas por las autoridades del subsistema electoral y la partidocracia, de filibusteros, trapecistas y porras situadas en gradería, no tuvo contundencia, toda vez que fue expresado sin sensibilidad política ni entrenamiento focalizado para transmitir emociones empáticas en los auditorios físicos y virtuales que estuvieron al pendiente de este cambio de estafeta. En un análisis semiótico sobre las formas y contenidos de la toma de posesión lo que se aprecia es simple y sencillamente más de lo mismo.
Mientras muchos guerrerenses permanecen en la esfera voluptuosa de la euforia porque llegó una mujer guapa, bien vestida, con una supuesta experiencia política por haber acompañado en múltiples circunstancias y ocasiones a su padre, pero también por la práctica profesional en varias dependencias del Poder Ejecutivo, el estado de Guerrero sigue estando en el atraso y con muchas deudas sociales que tienen que solucionarse sí o sí, trascendiendo el manejo mercadológico y las exigencias del partido político en el poder.
Sin sentimientos encontrados ni ilusiones desbordantes, muchas personas están en la sala de espera de un cambio transformador sin adjetivaciones, que dé ocasión a la resolución de las situaciones económicas-productivas, sociales y políticas prevalecientes y sentar las bases de crecimiento sustentable y sostenible para elevar la calidad de vida en los ahora 85 municipios que integran la geografía de la entidad.
En la superficie las cosas no parecen “caminar” muy bien, es decir, no parece haber congruencia entre el decir y el actuar, pues de lo ideal a lo concreto hay mucho tramo por recorrer. Y digo lo anterior porque se filtró que a 2 días antes de la toma de posesión de ESP, el senador Salgado Macedonio, vestido informalmente con camiseta negra y pantalón de mezclilla se reunió en un terreno campirano de la región centro del estado con una multitud de mujeres y hombres con currícula bajo el brazo.
En ese sitio departió sonrisas y promesas, dejando ver que era el fiel de la balanza para determinar quiénes van a quedarse con puestos públicos en la estructura organizacional que preside su hija.
Cientos de miles de ciudadanos hacen antesala en una especie de estado de confianza creyendo en muy corto tiempo empezarán a percibirse cambios que beneficien al estado y que se traduzcan en satisfactores que lleguen puntual y directamente a los hogares y trabajos.
Los guerrerenses estarán muy al pendiente del desempeño de ESP……. Aprobarán y apoyarán aciertos, pero al mismo tiempo serán críticos ante la omisión, el inmovilismo, la corrupción, la ineficacia, las ocurrencias y el divisionismo.
“El horno ya está listo para los bollos”
**Baltasar Hernández Gómez es politólogo, comunicador, asesor, escritor y catedrático-investigador.