Por: Enrique Villagómez
Acapulco, Gro. 29 de Noviembre del 2017. – El alcalde de Acapulco Evodio Velázquez Aguirre confirmó la separación inmediata de sus funciones a siete policías y un comandante que son acusados de agredir y detener arbitrariamente al periodista radiofónico Jorge Valente Nava Nava, durante un presunto operativo que se llevó a cabo la noche del pasado lunes en el fraccionamiento Costa Azul.
“Son siete elementos de seguridad pública que han sido separados del cargo de manera inmediata al igual que un comandante que iba al frente. Se tomarán todas las determinaciones pertinentes para no permitir que haya impunidad de ninguna manera”, dijo.
Sin revelar los nombres de los elementos separados para no violentar el proceso legal, el alcalde Evodio Velázquez reitero el respeto irrestricto de su administración a los derechos humanos y estableció un compromiso para que no se repitan casos como el del periodista vejado.
“He dado instrucciones a la secretaria general del ayuntamiento para que se dé seguimiento con todo el peso de la ley a las denuncias presentadas por parte de los afectados. Que se someta a proceso inmediato a los elementos de seguridad pública que han sido señalados sin un acto de impunidad por parte de mi gobierno”.
Reitero su compromiso de castigar y cesados los elementos que incurran en actos de corrupción, e insistió en que “no amparara ni avalara ningún acto que este fuera de la legalidad”. “El presidente de Acapulco está a favor de que los ciudadanos libres y de voluntad puedan manifestar sus inconformidades en las instancias pertinentes para poder procesarlos”.
Recordó que hace unos meses pusieron a disposición del consejo de honor y justicia a 21 elementos que fueron sancionados y cesados algunos de ellos que se les comprobó su accionar fuera de la ley.
Finalmente se comprometió a que, junto con los tres órdenes de gobierno, mandos castrenses y policiacos, se revisaran y redireccionar todos los operativos que realiza el Grupo de Coordinación Acapulco, para cuidar que no se genere malestar entre la población, pero tampoco generar privilegios para nadie sea quien sea, incluyendo funcionarios o personas públicas.
