CON LAS MALETAS LLENAS DE ILUSIÓN PARTEN HACIA CHICAGO

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El día tan esperado llegó, 23 abuelitos abordan al autobús con dirección al aeropuerto de la Ciudad de México con sus maletas llenas de ilusión para reencontrarse con sus familiares en Chicago, Illinois.

En este grupo va también Angelina Martínez Hernández, quien alegre muestra la VISA que tramitó a través del programa “Uniendo Corazones”, que tiene el objetivo de ayudar a personas de la tercera edad y de bajos recursos económicos para poder viajar a los Estados Unidos a reunirse con sus familiares, a quienes no ven desde hace mucho tiempo.

Con gran alegría, este nuevo grupo de 23 adultos mayores se suben al autobús en Iguala para partir hacia la Ciudad de México, donde abordarán el avión que los acercará a sus familias en Chicago.

Es así como junto a Elena Roque Victoria y el matrimonio integrado por Lorenzo Arellano de León y Trinidad Bahena Sánchez, en breve tendrán un reencuentro con hijos y algunos casos con sus nietos.

ABORDA EQUIPO “UNIENDO CORAZONES” VUELO RUMBO A CHICAGO

Son aproximadamente 2 mil 716 kilómetros o traducido en tiempo, 3 horas con 30 minutos los que separan a los 23 adultos mayores de sus familiares, ya sean hijos, primos o nietos a quienes no ven desde hace muchos años.

Ya falta poco, se escucha decir entre algunos de los pasajeros que se suben al avión que se encargará de acortar las distancias entre nuestros paisanos con el vecino país vecino del norte.

Es la primera vez que viajan juntos, antes tan sólo los unía la coincidencia de que tenían familiares en Estados Unidos, quienes por diversas causas decidieron emprender una nueva vida en el vecino país del norte.

La espera para ver a sus familias está por llegar a su fin, a Angelina Martínez Hernández, Elena Roque Victoria y el matrimonio de Lorenzo Arellano de León y Trinidad Bahena Sánchez, se les nota contentos, como cuando vieron nacer a a sus hijos hace ya muchos años.

La esperanza se les ve en los rostros, saben que estos 15 días los tendrán que aprovechar al máximo para contarse todo aquello que por teléfono no alcanza.