Por: Enrique Villagómez/Corresponsal
Acapulco Gro; a 18 de febrero del 2019.- La clausura de al menos 170 expendios donde se comercializa Gas LP, ha provocado el desabasto e incremento del 25 por ciento en el precio del combustible en Acapulco denunciaron ciudadanos.
Y es que esta medida que se puso en marcha desde hace una semana por parte de administración que encabeza la alcaldesa morenista Adela Román Ocampo es “para evitar una catástrofe” según sus propias palabras, ha ocasionado que un cilindro con gas LP que normalmente costaba alrededor de 400 pesos, hoy en día se consigue en 450 pesos en colonias del centro de la ciudad, mientras que en la zona suburbana y rural del puerto se llega a comercializar cada cilindro hasta en 500 pesos, afectando seriamente la economía familiar.
La presidenta municipal de Acapulco Adela Román Ocampo destacó que, las clausuras que se están llevando a cabo en las estaciones expendedoras de gas LP, se deben al incumplimiento de las medidas de seguridad que son requeridas por parte de Protección Civil, por lo que advirtió que esta medida continuará aplicándose en todo el municipio y que cualquier caso donde se detecten irregularidades se procederá a la sanción.
“Debemos construir una cultura en materia de protección civil, por eso este gobierno va a tomar las medidas que sean necesarias, yo no quiero que el día de mañana digan que Adela Román fue omisa al respecto, por eso vamos a seguir cerrando todos esos negocios que no tienen ninguna medida de seguridad y que pueden provocar una catástrofe o una desgracia”, puntualizó.
Insistió en que esta medida “no es para afectar la economía familiar”, sino más bien una razón de seguridad publica porque evitar desgracias también es parte del cuidado que debe observar un buen gobierno para con sus ciudadanos.
Sin embargo, para los ciudadanos dicha medida, aunque puede tener una razón justificable se está llevando a cabo de pésima forma, porque no solo ocasiono un gran problema al encarecer el producto, sino que provoco un tremendo desabasto que está afectado seriamente a las familias acapulqueñas, porque las unidades que se dedican a la venta minorista del combustible simplemente no se dan abasto para cubrir la demanda.
“Esta medida no tiene nada que ver con la falta de sensibilidad por parte de mi gobierno, sino con la prevención de accidentes. Imagínense si ocurriera una desgracia y estallaran dos o tres estaciones –de las más de 170 que hay en todo el municipio- se me culparía por ser omisa y no hacer nada de manera preventiva. Insisto, no se trata de una medida para afectar la economía, sino más bien una razón de seguridad pública, porque evitar desgracias es parte del cuidado que debe haber hacia los ciudadanos”, dijo.
