Por Baltasar Hernández Gómez.
En una entrevista a la orilla de la playa, la presidente de Acapulco Abelina López Rodríguez se atrevió a asegurar, tomando pose de experta en sociología con tinte de soberbia, actitud, que aparece en alguien que concibe que vale por el poder formal alcanzado, que “la calor y la mala alimentación son los principales factores que generan la violencia en Acapulco”. Sí, así como lo están leyendo, quedando su dicho mal dicho para la posteridad en audios y videos.
La líder de ambulantes y precaristas que llegó a la presidencia de Acapulco por la trama de imposiciones realizadas por distintas tribus políticas del partido Morena, señaló que alrededor del 16% de personas en condición de pobreza extrema son los más proclives a la violencia y que el tema de género es también un factor para que ésta aparezca, manifestando para sorpresa de miles de personas, que el clima caluroso es uno de los elementos principales para la generación y permanencia de violencia e inseguridad.
Delante de una docena de periodistas, turistas y funcionarios cortesanos y elementos de seguridad que siempre la rodean como escudo de protección, Abelina López, la ahora clon de Cantinflas, indicó que cuando las personas: “por ejemplo si comen más carbohidratos” se aceleran de más… pero bueno seguiremos trabajando en ello para bien del municipio”, remató la que hace gala se ser doctora en derecho, egresada de uno de los institutos educativos más cuestionados a nivel regional y nacional por su falta de probidad.
Con este tipo de razonamientos, la violencia, además de querer ser disminuida -en teoría discursiva- con “más abrazos que balazos”, de acuerdo a la argumentación del presidente de la República, Abelina López Rodríguez está queriendo posicionar, desde una visión inverosímil la idea de que lo climático y la nutrición son detonantes de la inseguridad y la violencia en Acapulco, fenómeno real que no debe ser tratado a la ligera, que ha dejado un elevado saldo de asesinatos e impunidad en sus primeros 100 días de gobierno.
Esperemos que la respuesta gubernamental no gire en torno a la colocación de ventiladores o equipos de refrigeración en calles y colonias para mitigar “la calor” y así reducir la criminalidad, o bien, establecer estanquillos de comida balanceada, vegetariana, macrobiótica o vegana, a fin de que los acapulqueños y visitantes no sufran de desnutrición y les dé por andar violentando a los demás. La acción de gobierno para servicios públicos, obras de impacto social, proyectos productivos y perspectiva de rescate y crecimiento.
Dos días después reconoció su error y emitió un escrito donde expresa que no tuvo la capacidad ni la pericia para ordenar sus ideas y comunicar coherentemente su posicionamiento sobre las causas de la violencia en Acapulco.
En dos páginas deja ver que percibe a un conjunto de personas que critican sus orígenes humildes y su trabajo de activista social. Sin embargo, su lógica es falsa y evade el tema central de que en política no importa la raza, color de piel o ideología si hay preparación efectiva, voluntad y compromiso para estar a la altura de un cargo público al que llegó por iniciativa propia y de su clan partidista.
Nadie le torció el brazo ni la obligó a ejercer el poder conferido con arrogancia por complejo y mucho menos con improvisaciones y ocurrencias que paralizan la gestión, la operación de los servicios, endeudando al municipio y poniéndolo al borde de una crisis sin retorno.
Así no Sra. Abelina…. Así no se gobierna ni se resuelve la problemática de Acapulco ni los requerimientos de la ciudadanía. Lo que realmente se necesita es estrategia en acción y no quejas, conmiseraciones ni justificaciones.