Chilpancingo, Gro. 16 de Junio del 2016 (IRZA). – En otra jornada de protestas en contra de la Reforma Educativa, integrantes de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), de la fracción que encabeza Ramos Reyes Guerrero, se manifestaron en las tiendas de autoservicio Sams Club, Walmart y Bodega Aurrerá, cuyas puertas cerraron a la llegada de los manifestantes.
Los disidentes, que mantienen su campamento entre las oficinas cetegistas y las instalaciones generales de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG) -conocidas como ex Ineban-, sobre la avenida Rufo Figueroa, marcharon al sur de la capital y protestaron por el presunto despido de 120 maestros en Guerrero, que a decir de las autoridades federales y estatales serán cesados en breve.
Alrededor de mil cetegistas partieron en marcha por el carril norte-sur del bulevar Vicente Guerrero, y al llegar a la tienda Sam’s Club, los mentores ingresaron al estacionamiento de la misma, donde de inmediato los empleados de la empresa bajaron sus cortinas, impidiendo el acceso de los manifestantes.
Enseguida, los integrantes de la Coordinadora arrojaron carritos del supermercado contra las cortinas de metal a manera de arietes, sin lograr abrirlas; luego colocaron los mismos carritos frente a las puertas, como símbolo de “clausura” del establecimiento.
Los maestros disidentes llamaron a la ciudadanía a comprar sus productos en mercados y plazas públicas, con vendedores locales, “porque estas grandes empresas no dejan aquí el dinero, éste es manejado por grandes empresarios; apoyemos al comercio local”.
De la misma manera, los profesores se trasladaron a la tienda Walmart, ubicada frente a la Sam’s, donde también realizaron un “cierre”.
Luego de estas acciones retornaron a la avenida Rufo Figueroa, donde a su paso por la tienda Bodega Aurrera también colocaron carritos en la entrada, aunque ya se encontraba cerrado.
Los cetegistas se pronunciaron en contra de la Reforma Educativa y lanzaron consignas en contra del titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer. “Va a caer, va a caer, Nuño va a caer”, gritaban y exigían echar abajo la evaluación docente.
