Chilpancingo, Gro. 28 de Marzo del 2017. – Diputados locales reprobaron el “protagonismo” del obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien admitió que se ha reunido con representantes del crimen organizado y presumió que el gobierno estatal ya tiene “pactos” con esos grupos.
Además, lo convocaron a que recurra a la Fiscalía General del Estado (FGE) o a la Procuraduría General de la República (PGR) a formalizar su denuncia.
El diputado Eduardo Cueva Ruiz, del PVEM, consideró que los señalamientos del obispo son “delicados” y por eso debe acudir a las instituciones.
“Con respeto al clero, son situaciones que no se pueden comentar o decir en voz alta”, expresó en entrevista. También dijo que debe haber “respeto mutuo” entre los tres poderes públicos y la Iglesia.
“Pareciera que es puro protagonismo. Hay que hacer equipo para ayudar al estado, y creo que allí podemos entrar todos”, expresó.
También hizo un llamado a Salvador Rangel para que se sume a los esfuerzos de las instituciones para ayudar a la entidad.
El domingo, Rangel Mendoza declaró que el gobierno estatal ya “pactó” con los grupos del narcotráfico que operan en algunas regiones de la entidad, pero que la violencia no cesa porque “en el fondo hay cierta repartición de dividendos entre ambos”.
Al respecto, el diputado Ricardo Moreno Arcos, del PRI, invitó el jerarca católico recurrir a las instancias que investigan y persiguen el delito, “si en realidad tiene pruebas, porque quien acusa tiene la obligación de comprobarlo”.
“Son declaraciones complejas para que las diga alguien de tal jerarquía; es delicado si no lo comprueba”, indicó.
Adelantó que los diputados del PRI analizarán reunirse con el representante católico para decirle que sus declaraciones “alteran a la ciudadanía y generan más desconfianza e incertidumbre”.
“Mucha gente les cree a ellos por ser representantes de la Iglesia, de Dios aquí en la tierra, y no pueden hacer o decir cosas sobre ese tipo. El tema es muy complejo, y más por el tiempo que vivimos. Eso no ayuda en nada”, afirmó.
El legislador priista expresó su respeto al obispo y lo convocó a “la prudencia”, al advertir que “podría generar un caos en la ciudadanía y al rato podría perder credibilidad”, en relación a sus declaraciones.
Por su parte, Ricardo Mejía Berdeja, del Partido Movimiento Ciudadano, consideró que la complicidad entre políticos y delincuentes no es nueva y que es indispensable erradicar ese vínculo para combatir de fondo a la delincuencia organizada.
Consideró que el tema de fondo no es si Salvador Rangel se ha reunido con los grupos delictivos y si el gobierno estatal ya pactó con ellos, sino realmente evitar ese tipo de colusiones que afectan a la sociedad.
En la sesión legislativa de este martes, la diputada María de Jesús Martínez Cisneros retomó este tema, y consideró que en un verdadero Estado de Derecho las declaraciones del obispo habrían “cimbrado a las instituciones de Guerrero”.
Porque “sus confesiones y revelaciones generan una gran preocupación para la sociedad guerrerense”, al tratarse de una acusación y, por lo tanto, debería intervenir el Ministerio Público para que lo dicho en medios conste en actas.
Y para que “se inicien las investigaciones correspondientes para castigar a quienes estén involucrados en actos delictivos, o al menos ser citados para que aclaren cualquier vínculo en los que el obispo los involucre. Pero no vivimos en un Estado de Derecho y en Guerrero no pasa nada”, recriminó.