Chilpancingo Gro; a 08 de septiembre del 2019.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, consideró que “muchas de esas guardias comunitarias están al servicio del crimen organizado; no todos, pero la gran mayoría”.
Sostuvo además que “ahora no están sembrando amapola, no hay tráfico de la goma de opio; ahora se dedican a otras actividades como el secuestro, robos y cosas por el estilo”, y que “el gobierno debe meterlas al orden”.
Rangel Mendoza ofició este domingo una misa en honor a la Virgen de La Natividad en el barrio de Tequicorral, de esta ciudad, donde al finalizar se le preguntó sobre las policías comunitarias en Guerrero.
El obispo dijo que el gobierno con la “cacaraqueada” Guardia Nacional “debería poner orden y disciplina. Se ve que hay ciertos acuerdos en los niveles de gobierno, y les pongo un ejemplo: antier vi al grupo de la comunitaria de Teloloapan; se mueven a su antojo y nadie les dice nada”.
Dijo que lo mismo sucede con los comunitarios de Tlacotepec “que invadieron (en noviembre del año pasado) pueblos de la Sierra. Ahí están y nadie los quita. Suena a que hay ciertos arreglos” con el mismo gobierno.
Agregó que le preocupan precisamente los policías de la Sierra de Tlacotepec. “Nadie los quita, nadie los mueve y no sabemos de qué gracia gozan algunos grupos de comunitarios. Queremos que se normalicen las cosas, que dejen a la ciudadanía el libre tránsito y ojalá que no vivamos en zozobra. Se deben regularizar (las policías comunitarias) porque ya perdieron su esencia”.
Se le preguntó del llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador a los grupos de criminales para que dejen de afectar a la población. “Están como los llamados que hace el cura en la iglesia, a veces ni quién les haga caso. Tiene (el gobierno federal) que hacer cosas concretas y apoyarse de los gobiernos estatales y municipales, porque desde allá arriba no lo van a lograr. Deben tener apoyo”.
En ese sentido, se refirió a la Guardia Nacional: “siempre los he criticado, porque desde un principio la responsabilidad de la seguridad civil es de los civiles y no de los militares. Realmente la Guardia no se sabe si es militar o civil; aunque se tiene la ilusión de que la Guardia Nacional ayude, y Dios quiera y sí apoye a la ciudadanía”.
Salvador Rangel consideró que la Guardia Nacional tiene dos defectos: “uno que no conocen bien el terreno. El éxito de las guerrillas o los ejércitos es el conocimiento del terreno, y ellos son nuevos en muchos de los terrenos. Otro defecto, aunque se oiga mal que lo diga, es que llegará un día en que le lleguen al precio, donde veo lo más peligroso, pero ojalá se insista en la rectitud y la honestidad”.