Chilpancingo Gro; a 10 de noviembre del 2019.- Este lunes se cumple un año que la Policía Comunitaria de Tlacotepec irrumpió de manera violenta en la comunidad de Filo de Caballos, municipio de Leonardo Bravo y se apoderó del corredor de la carretera estatal que comunica con la capital del estado, lo que provocó el desplazamiento de centenares de familias de una docena de localidades de esa zona de la Sierra de nuestra entidad.
El 11 de noviembre del año pasado unos 3 mil hombres armados de la Policía Comunitaria de Tlacotepec, respaldados por Comunitarios de Apaxtla y Teloloapan, lanzaron una ofensiva armada para hacerse del control de ese estratégico poblado que se encuentra de paso en la carretera estatal Tlacotepec-Chilpancingo.
Ahí en Filo de Caballos se encontraba el principal foco de resistencia de otro grupo armado que mantenía el control de ese corredor a lo largo del cual se encuentran otras localidades de Leonardo Bravo, como Campo de Aviación, Los Morros, Cruz de Iyotla, Tres Cruces, entre otras.
En septiembre de ese mismo año (2018) en Tlacotepec se anunciaba la conformación de la Policía Comunitaria encabezada por Humberto Moreno Catalán e Isaías Alanís, quienes advertían que, si las autoridades de los tres niveles de gobierno no asumían el control de la seguridad en el corredor de Filo de Caballos, ellos iban a intervenir de manera directa.
Lo cumplieron en las primeras horas del domingo 11 de noviembre cuando columnas de al menos 3 mil hombres armados iniciaron la incursión en esa comunidad, donde encontraron resistencia y se generó una confrontación de unas 8 horas, hasta que replegaron a los hombres que mantenían el control de Filo de Caballos, y las autoridades reportaron que no tenían registro de ninguna persona muerta.
Al otro día un grupo de reporteros acudió a esa población y constató que varios civiles armados habían perdido la vida, incluso se encontró el cuerpo de uno de ellos en la parte posterior de una vivienda.
En ese lugar, Humberto Moreno Catalán indicó que hubo al menos 7 muertos, una docena de heridos, dos casas incendiadas, varias viviendas tiroteadas, automóviles baleados e incendiados, en una población que estuvo varias horas en la angustia y el miedo de ser víctimas de la balacera.
Debido a esa violencia, más de 700 personas decidieron huir de una docena de comunidades y se refugiaron en Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, en donde les dieron asilo en el auditorio municipal y fueron provistos de cobijas, colchonetas y despensas para poder vivir en ese lugar, pero de manera temporal.
Los desplazados exigieron al gobierno federal y estatal que hubiera condiciones de seguridad para retornar a sus comunidades de origen.
En febrero de este año los desplazados decidieron realizar un plantón de 38 días frente a Palacio Nacional (Ciudad de México), donde lograron un acuerdo con el gobierno federal para que les entregaran un apoyo económico mensual de 5 mil pesos para la renta de vivienda y despensa.
La mayoría de las familias desplazadas decidió salir de Chichihualco a otras zonas de la entidad, a otros estados e incluso algunos buscaron de manera fallida asilo en los Estados Unidos, donde buscaban obtener una visa humanitaria que les ha sido negada como es el caso de Francisco Pacheco González, quien fue durante mucho tiempo el vocero de esas familias.
Ahora, esas familias desplazadas están demandando al presidente Andrés Manuel López Obrador que “repliegue al grupo armado que nos desplazó y que están viviendo en nuestros hogares; pedimos que se instale un perímetro de seguridad para el regreso a nuestros hogares”.
Demandan además que el Ejército o la Guardia Nacional se haga cargo de la seguridad en la carretera Tlacotepec-Chilpancingo, que instalen retenes en el tramo Casa Verde-Corralitos, Corralitos-Polixtepec y Polixtepec-Puentecillas; piden además servicios de salud, educación y la creación de fuentes de empleo, además de la restitución de sus bienes perdidos a consecuencia de aquella irrupción armada de los comunitarios, hace un año.
Por esa situación este lunes las familias desplazadas que aún viven en Chichihualco han anunciado la realización de una marcha, una misa y una conferencia de prensa para hacer una evaluación y fijar una postura en torno a este primer año que cumplen de haber sido desplazados de sus hogares.
En esta actividad también participarán las familias desplazadas de la comunidad de Tlaltempanapa, municipio de Zitlala, quienes el 1 y 2 de noviembre del año pasado decidieron abandonar ese lugar luego del ultimátum que les dio el grupo armado que controla esa localidad y decidieron irse a refugiar a la cabecera municipal de Copalillo.