*El acapulqueño avecindado en Chilpancingo, Aldahir Fernando Molina Fabián, debutará con Puebla contra Cruz Azul
Chilpancingo Gro; a 3 de enero del 2019.- No hay imposibles. El guerrerense Aldahir Fernando Molina Fabián está listo para debutar como lateral izquierdo en la Primera División de Futbol Profesional mexicano con el equipo de Puebla ante el plantel de la Cruz Azul, en partido de la primera fecha del Torneo de Clausura 2019 que se celebrará este viernes a las 21:00 horas en el estadio Cuauhtémoc.
Aldahir Molina, que a sus 19 años conseguirá llegar a la “Tierra Prometida” de la Primera División, es de los pocos futbolistas nacido en Acapulco, pero avecinado en Chilpancingo que contará con minutos en las más altas esferas a la que un jugador guerrerense puede llegar.
Con la humildad de un joven centrado, en cada una de sus respuestas Aldahir dejó ver que sus objetivos están claros en el futbol.
Entrevistado por teléfono, detalló que el sueño se dio desde Chilpancingo cuando jugaba con los Avispones y que poco a poco se ha cristalizado en el futbol de altura hasta ser palomeado por Enrique El Ojitos Meza, técnico de la franja, para debutar y jugar sus primeros minutos ante Cruz Azul en el Torneo de Clausura 2019, que se disputará a las 21:00 horas en el Estadio Cuauhtémoc de Puebla.
El guerrerense vio la luz en el puerto de Acapulco el 4 de abril de 1999. Es el primer hijo de María de Jesús Fabián Terrones y Fernando Molina Baloy, quienes han tenido relevante influencia en la vida del jugador, según reconoce él mismo.
Con el fútbol corriendo con pasión por su sangre y desarrollando un talento que muy pronto habría de hacer explosión en la modesta colonia Cooperativa de Chilpancingo, la infancia de Aldahir fue siempre pegada a una pelota que pateaba cada vez que podía, o sea, la mayor parte del tiempo.
Su primer contacto con el balompié organizado se dio en clubes como la filial de Pachuca, hasta llegar a los Avispones de Chilpancingo de Tercera División Profesional.
Cuando el pequeño empezó a dar muestra de la fuerza que había adquirido en la zaga de Chilpancingo, su entonces director técnico, Juan Pablo Abarca, entendió que Aldahir estaba para cosas grandes, pues comenzaba a causar admiración. En su entorno ya no había hacia dónde crecer, si quería seguir alcanzando metas habría que plantear nuevas opciones.
No tendría que esperar mucho, ya que el exfutbolista y visor de Pumas, Pato Baheza y en Pachuca, Arturo Carranco, lo tuvieron en la mira, por lo que su destino no pudo ser otro, estaba marcado que debía llegar a uno de los clubes más grandes del país, el de colores azul y oro de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La nueva joya del fútbol guerrerense cuenta que se mudó de ciudad y llegaron los cambios.
En dos años logró superar la Sub 17 y Segunda División azul y oro, pero el destino lo llevó al Pachuca con la Sub 17 y 20 hasta el primer equipo; sin embargo, el destino le tendría algo mejor, que llegó en 2018 cuando Arturo Carranco lo recomendó con directivos del Club Puebla.
Velocidad, fuerza y su exigente marca fueron las principales características que notó Enrique Meza, técnico de Puebla quien lo debutará este viernes.
Aldahir Molina es de las pocas personas que ha podido tocar las fibras más íntimas del corazón de Chilpancingo. A partir de este momento está llamado a mostrar su espíritu de lucha, de una persona que estará en los libros más sagrados de los capitalinos destacados. (www.agenciairza.com)