Por: Enrique Villagómez
Acapulco Gro; a 13 de marzo del 2019.- Autoridades de los tres niveles de gobierno rechazaron tajantemente que Acapulco sea la segunda ciudad más violenta del mundo, tal y como lo dio a conocer el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Y es que de acuerdo con un estudio que llevó a cabo dicho consejo, este destino de playa se ubica como la segunda ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 110.50 homicidios por cada 100 mil habitantes, siendo solamente superada por Tijuana Baja California Norte que encabeza la lista con una tasa de 138.26 crímenes por cada 100 mil habitantes.
Al respecto, el gobernador Héctor Astudillo Flores, lanzo un reclamo publico en contra de quienes promovieron esa noticia, pues aun cuando reconoció que la inseguridad continúa siendo una asignatura pendiente, el problema es en todo México y no ex exclusivo del estado de Guerrero y mucho menos de Acapulco.
“Hace algunos unos años cuando nosotros llegamos a la responsabilidad de gobernador, el estado estaba en los primeros lugares de violencia y hoy estamos en el cuarto lugar, por eso no aceptó la nota de que Acapulco sea la segunda ciudad más violenta, y por supuesto públicamente digo que no lo acepto”.
“Hemos trabajado mucho coordinadamente para que se disminuyan esos indicadores, y por eso repito que antes estábamos en primer lugar y hoy estamos en cuarto lugar y en sexto lugar de ese muy vergonzoso primer lugar que existía. Consecuentemente podemos respetar la noticia, pero no aceptarla”, puntualizó el mandatario durante la inauguración de la Reunión de Coordinación Operativa Región Suroeste del INEA que se puso en marcha este día en Acapulco.
En tanto, la alcaldesa Adela Román Ocampo, quien también se sumó a este rechazo, recordó que hace unos días Acapulco fue sede del Abierto Mexicano de Tenis que reunió a grandes figuras del deporte blanco a nivel mundial y que atrajo a turistas procedentes de varios países, pero que además será la sede nuevamente de la Convención Nacional Bancaria y del Tianguis Turístico, a lo que se debe sumar el gran numero de reservaciones de hotel que ya se tienen confirmadas para el fin de semana largo correspondiente al natalicio de Benito Juárez y posteriormente la semana santa.
“Nada más imagínense si fuera verdad que Acapulco sea la segunda ciudad más violenta del mundo, entonces no tendríamos esos grandes eventos ni tampoco la presencia de miles de turistas que vienen aquí cada fin de semana. Por eso no acepto esa declaración y mucho menos la comparto”, dijo.
Por su parte, el delegado del gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, consideró que esa noticia “está fuera de lugar porque sus cifras no corresponden a la realidad que se vive en este destino de playa”, ya que incluso el propio presidente de la republica Andrés Manuel López Obrador reconoció que los índices de violencia en algunos centros turísticos como Acapulco, disminuyeron durante los últimos meses gracias al trabajo coordinado de los tres niveles de gobierno.
“Sin lugar a duda, las cifras que maneja el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal no corresponden a la realidad que se vive actualmente en Guerrero y menos en Acapulco. Es cierto que continúan los problemas de inseguridad, pero estos están focalizados en ciertas regiones del estado. El dato que se maneja es del 2018 y no podemos ver ese dato como si se tratara de algo actual. Es un dato desfasado obviamente”, remarcó el funcionario.
El estudio revela que en 2018 salieron del ranking las ciudades mexicanas de Mazatlán, La Paz y Los Cabos, pero se integraron seis que nunca habían aparecido en la lista como Irapuato, Ensenada, Coatzacoalcos, Celaya, Uruapan y Cancún.
Sobre esto, el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, José Antonio Ortega, afirmó que, en los casos de las ciudades de Mazatlán, La Paz y Los Cabos, la baja en los homicidios no se debió a la aplicación de políticas públicas, sino a que el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se impuso al de Sinaloa.