Chilpancingo Gro; a 14 de noviembre de 2018.- El gobernador Héctor Astudillo Flores advirtió que la incursión de 2 mil hombres armados a Filo de Caballos, municipio de Leonardo Bravo y otras comunidades del corredor que conecta con Heliodoro Castillo en la Sierra de Guerrero, es “un asunto delicado y de seguridad nacional” que demanda también la intervención del gobierno federal.
Héctor Astudillo llamó a las personas involucradas en este conflicto a asumir “una actitud responsable” porque “no son tiempos de guerra”.
Rechazó que “se haya dejado operar impunemente” a este grupo autodenominado como “Policía Comunitaria” de Heliodoro Castillo, pero reconoció que un grupo de “100 policías y militares” no puede enfrentarse “a un grupo de 2 mil personas armadas”.
Entrevistado después de que encabezó el festejo por el Día del Médico en un conocido salón de fiestas de esta capital, reveló que este grupo de 2 mil hombres armados busca “el control de la carretera, del territorio (y) disputa por el control del paso del transporte (público)”, cuyo problema está identificado únicamente en Filo de Caballos y sus alrededores.
“Qué intereses puede haber para organizar, para uniformar, para armar a toda (estas) personas y que aparecen en vehículos que generan gasto de gasolina, alimentación; unas 2 mil personas. Qué intereses pueden estar protegiendo todo este grupo de personas que sin duda tiene antecedentes en otros grupos armados como el caso de El Ocotito y ahora en la Sierra, es un asunto delicado”, dijo.
Un reportero le preguntó al gobernador si quienes irrumpieron a Filo de Caballos eran o no policías comunitarios, a lo que respondió que “son civiles armados que responden a intereses no precisamente de la generalidad de la población”.
El gobernador advirtió que este conflicto “no se puede resolver como ellos lo están haciendo”, porque “se ocasionaría una tragedia”.
Convocó a todos los involucrados a “actuar, pero con prudencia” porque “no se puede responder la violencia con violencia”.
Sobre el llamado del alcalde de Leonardo Bravo (Chichihualco), Ismael Cástulo Guzmán, para que a más tardar este jueves los gobiernos federal y estatal retiren de Filo de Caballos a estos 2 mil hombres armados que se han autodenominado Policía Comunitaria de Heliodo Castillo (Tlacotepec), respondió que entiende las presiones del edil, pero aclaró que el problema no lo generó el gobernador.
“Tengo mi responsabilidad, pero también él las tiene como alcalde”, dijo el gobernador y añadió que “más que echarnos culpas, hay que ver cómo construir un proceso para que todo regrese a la normalidad”.
El pasado domingo, un grupo de 2 mil presuntos policías comunitarios de Heliodoro Castillo, irrumpieron en Filo de Caballos, donde se enfrentaron a balazos por más de tres horas con un supuesto grupo delictivo conformado por cien personas, con un supuesto saldo de 7 muertos, 17 heridos, autos y casas baleadas, además de otras viviendas incendiadas.
Con base a la información que han proporcionado los dirigentes de la supuesta Policía Comunitaria, la irrupción fue provocada porque un presunto grupo de delincuentes mantenía azolada esa zona de la Sierra, donde se registraban robos, secuestros y asesinatos, lo que provocó que tanto automovilistas particulares como camionetas y camiones repartidores de productos y servicios dejaran de subir a Heliodoro Castillo, lo que provocó que las tiendas se quedaran sin mercancías y los pobladores sin acceso a alimentos, además de que también los maestros y médicos dejaron de asistir a sus centros de trabajo, dejando sin clases a niños y jóvenes y sin atención en las unidades de salud.
El ingreso de este grupo armado y el enfrentamiento a balazos provocó el desplazamiento de más de mil personas hacia Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, donde se encuentran refugiados en auditorio, a quienes se les reforzará la atención a partir de este miércoles con alimentos, servicio médico y medicamentos.
En la entrevista, el gobernador Astudillo reprobó esta acción al señalar que cuando alguien se autoerige como responsable de la seguridad y ocasiona estos hechos, “por supuesto que no merece ninguna confianza” y agregó que será interesante saber quiénes son los responsables de los asesinatos registrados durante estos hechos.
“Se dice que hay más personas asesinadas, pero se han encontrado solamente dos cuerpos”, mencionó.
En medio de este conflicto, el gobernador llamó a que las personas involucradas en este conflicto “asuman una actitud responsable” porque “no son tiempos de guerra y tampoco se va a permitir una guerra” por la disputa de un territorio, control del transporte y otros intereses que están detrás de este conflicto que genera dolor y rencor.
Tras insistir en que este problema es un asunto de seguridad nacional, demandó también la intervención del gobierno federal, pero resaltó la participación de las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional.
“En la Ciudad de México se tiene conocimiento pleno de este tema”, dijo con referencia al gobierno de la República.
No obstante, aseguró que se fincarán responsabilidades legales a los autores materiales e intelectuales de todos estos hechos.
El gobernador también reconoció que estos nuevos eventos de violencia dejarán sin clases a decenas de alumnos de esta zona, después de que hace un mes hicieron “un trabajo delicado” para que los maestros regresaran a clases.
“Con esta irrupción, sencillamente todo lo que se había hecho para restablecer la comunicación y trabajo en escuelas viene a echarse a la tierra. Nadie en su sano juicio y nadie desea que estas cosas sucedan”.
“La idea es que todo vuelva a la normalidad. Va a ser muy complicado que vuelvan a subir los maestros porque fue muy complicado hacerlo, pero tendremos que volver a hacerlo”, resaltó. (www.agenciairza.com)