Acapulco Gro; a 29 de marzo del 2021.- El conjunto familiar que atiende a un adulto mayor también puede recibir atención para mejorar su estado de ánimo y salud, que le permita un cuidado pleno y adecuado del paciente, informó la enfermera especialista en Geriatría de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 9, Cristina Astudillo Reyes.
Explicó que, a través de la llamada Escala de Zarit, se identifica si el familiar (cuidador del paciente geriátrico) ya presenta una sobrecarga de cuidado que afecta considerable su estado de ánimo, físico y mental “que lo puede llevar a colapsar”.
Indicó que el grupo interdisciplinario del Seguro Social, integrado por médicos, personal de enfermería y trabajo social, identifican si el cuidador presenta “esta sobrecarga”, si es así, es enviado con el médico familiar, quien hará una valoración del tratamiento necesario para su rehabilitación.
“Si sale con sobrecarga tenemos que enviarlos con el médico para que se realicen estudios que corresponden y apoyo de psicología para empezar a trabajar la descompensación que puedan llegar a tener y contrabajo social para apoyarlo y lograr la salud mental”, explicó la enfermera.
La obtención de información sobre el cuidador es un proceso que debe realizarse de manera rutinaria en búsqueda de sus necesidades, fortalezas y debilidades, así como datos de colapso de la persona que casi siempre es un hijo u otro familiar cercano.
Destacó que se debe reconocer la importancia del rol que adquieren los cuidadores informales en el bienestar y cuidado de la persona dependiente, en este caso de los adultos mayores.
La enfermera Astudillo Reyes agregó que la guía Zarit permite identificar los factores de riesgo que pueden provocar un colapso del cuidador y establece, reiteró, estrategias de intervenciones médicas y sociales para su mejoría.