Texto y Fotos Cortesía: José Molina de la Cruz
Zitlala, Gro. 01 de Agosto del 2016. – Elementos del Ejército Mexicano se enfrentaron a golpes esta mañana con habitantes de la comunidad de Tlaltempanapa, que pretendían ingresar armados a la cabecera municipal de Zitlala, dejando al menos seis personas lesionadas.
Los civiles armados se identificaron como Policías Comunitarios de esta localidad ubicada a 15 minutos de Zitlala, y resguardaban a un grupo de 200 personas que acudían a la cabecera a colocar ofrendas florales a tres personas que fallecieron hace nueve días y que se encuentran sepultados en el panteón municipal.
Sin embargo, en la entrada de esta cabecera, se encontraba un retén del Ejército Mexicano, destacamentado en este punto tras las amenazas e intento de homicidio que sufrió el presidente municipal, Roberto Zapoteco Castro, hace poco más de dos meses.
A su arribo, los habitantes y civiles armados intentaron pasar el retén por la fuerza, por lo que los efectivos del Ejército los repelieron con toletes y empujones, a lo que los pobladores respondieron también con palos, piedras y tubos, y algunos lograron pasar armados.
En el alboroto, el comisario de la comunidad, Luciano Colotzin Tlatemoltzin informó que fueron alrededor de 30 personas golpeadas, incluidas varias mujeres.
Asimismo, tres elementos del Ejército fueron desarmados y golpeados en la confrontación, aunque posteriormente les fueron regresadas.
Durante los golpes, los pobladores bandalizaron una patrulla de la Policía Estatal, lanzándole piedras al parabrisas, ponchando las llantas y quebrándole las calaveras de las luces.
Indicó que la intención de los “comunitarios” era sólo brindar seguridad a los pobladores que venían a realizar sus compras, y desde tres se les estaba impidiendo el paso, por lo que este día decidieron pasar a como diera lugar.
Otro grupo de habitantes, iba a reunirse este día (lunes) con autoridades de Gobierno del Estado, precisamente para tratar este bloqueo y que se le permita a su grupo de policías comunitarios acceso a la cabecera, para resguardar a sus pobladores.
A fin de evitar agravar la situación los elementos del Ejército les permitieron el paso, pero con la condición de que guardaran las armas y fueron escoltados hasta el atrio de la Iglesia para tomar acuerdos con autoridades.
Tras el incidente arribaron a la cabecera municipal, refuerzos de la Policía Estatal, bajo el mando de Tomás Hernández, y otro grupo del Ejército, así como un helicóptero de la Policía Estatal que vigilaba la situación desde el aire.
Posteriormente el grupo de manifestantes fueron conducidos a las instalaciones del DIF municipal, hasta donde arribaron autoridades estatales y firmaron una minuta, en la que se comprometieron a realizar obras en la localidad.
Minutos más tarde, después de la reunión con las autoridades, los pobladores se retiraron hacia su poblado a bordo de más de diez camionetas.
