Ciudad de México. 14 de Julio del 2016. – El panorama económico ya empieza a pintar tonos grises para los meses que se aproximan: un menor crecimiento económico, además de que los precios de algunas mercancías resentirán los efectos de la volatilidad en el mercado cambiario registrada en los últimos meses.
Así lo previó el economista en jefe del Bank of America Merrill Lynch (BofAML) Carlos Capistrán, quien rueda de prensa realizada en las instalaciones centrales de dicha firma bancaria adelantó:
“Tras un primer semestre relativamente positivo, el resto de 2016 y 2017 tendrán más riesgos y por ello estiman un crecimiento de 2.3% para cada año”.
La mala noticia es que a dos años de que Enrique Peña Nieto concluya su mandato, el Producto Interno Bruto (PIB) del país crecerá menos de lo esperado. De hecho, para el 2017 la estimación de BoFAML se redujo de 2.5% a 2.3% ante mayores riesgos externos como internos.
De acuerdo con Capistrán, la razón por la que el banco no ajustó a la baja el crecimiento para 2016 es porque el primer trimestre fue positivo para la economía y tendrá un “colchón” importante para el resto del año. Sin embargo, el segundo semestre vendrá con “una desaceleración importante”.
El economista en jefe explicó que la caída en el crecimiento de México se debe a una desaceleración de la economía de Estados Unidos, particularmente en su sector manufacturero, así como por los recortes presupuestarios anunciados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El pasado 24 de junio, la dependencia encabezada por Luis Videgaray anunció un nuevo recorte al gasto público, sin incluir a Petróleos Mexicanos (Pemex), de 31 mil 715 millones de pesos, de los cuales se le pasará la tijera al gasto corriente por más de 29 mil millones.
Dicho tijeretazo se suma a los 132 mil millones de pesos recortados en febrero pasado, en el cual 100 mil millones le fueron restados a Pemex.
Capistrán puso el dedo en el renglón y señaló que “el proceso de recortes ha sido importante y entre lo anunciado este año y para 2017, se habrán recortado entre 2 y 3 puntos porcentuales del PIB en sólo dos años”.
Inflación al alza
Pero la situación empeorará además porque se prevé un alza de precios derivada de los constantes episodios de volatilidad en el mercado cambiario, pegando directamente en uno de los motores que tiene a flote a la economía mexicana: el consumo.
El principal analista del Bank of America Merrill Lynch aseguró que los mexicanos se enfrentarán a mayores precios de mercancías, así como de algunos servicios.
“La razón de ese incremento, es que la depreciación del tipo de cambio ya tiene un traspaso a los precios de varias mercancías, cuya inflación ya alcanzó 4%, mientras que a lo largo del segundo semestre se realizarán más alzas al precio de las gasolinas, lo que afectará al bolsillo de los mexicanos”.
Puntualizó que en los siguientes meses, los mexicanos enfrentarán un menor crecimiento económico, mayor volatilidad financiera y un alza más grande en los precios de los bienes que consumen, aseguró el BofAML.
De hecho, previó que al cierre de este año la inflación se ubicará en 3.3% y el próximo en 3.4%, lejos de los mínimos históricos que por meses presumió el gobierno de Peña Nieto, pero dentro del rango propuesto por el Banco de México que es del 3% (+/- un punto porcentual).
Por si fuera poco, el especialista añadió que las elecciones presidenciales en Estados Unidos tendrán un impacto negativo para la volatilidad financiera, sobre todo por la retórica proteccionista que han expresado ambos candidatos.
Con todo y lo anterior, Capistrán vio a la economía mexicana como resistente: “Cuando uno ve este tipo de medidas que son fundamentales para la economía como el crecimiento, el desempleo o la inflación, uno puede decir que verdaderamente México ha sido una economía muy resistente”.
A decir del BofAML, nuestra economía mexicana demostró ser la más resistente de Latinoamérica a choques externos, pues mantiene crecimientos superiores a 2%, baja inflación y una tasa de desempleo de alrededor de 4%.
El problema es que en este contexto, tal vez no le alcance a México, pese a las reformas aprobadas por la actual administración.
*Información tomada de Proceso