Por: Enrique Villagómez
El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, aseguró que hay condiciones para que regresen las clases en San Miguel Totolapan, “porque se está haciendo todo lo necesario para ofrecer seguridad en esa zona del estado”.
Entrevistado en Acapulco, el mandatario adelantó que se reuniría con una comisión del Movimiento por la Paz, que está conformado por habitantes de ese municipio ubicado en la Tierra Caliente de Guerrero, y quienes se oponen a que hayan clases en unas 100 escuelas mientras no se detenga a la banda de los Tequileros y su líder Raybel Jacobo de Almonte.
“Voy de volada para atender una reunión con ellos y espero que haya buenos resultados en este encuentro, porque lo que yo más deseo por principio es que haya un regreso a clases y que ellos escuchen de voz del gobernador el compromiso que voy a hacer para que toda la región tenga paz y equilibrio”.
Puntualizó que durante las últimas semanas han disminuido sustancialmente los delitos como secuestros que eran propiciados por “el delincuente que se está persiguiendo y que hay la decisión de llevarlo a proceso”.
Astudillo Flores dijo que envió un avión del gobierno del estado para transportar desde San Miguel Totolapan hasta Chilpancingo, a unos 10 integrantes de esa comisión y al presidente municipal “para evitar cualquier problema que se pudiera suscitar en el camino”, y la información que tiene es que hay muy buen ánimo para establecer el diálogo.
Desde hace más de dos meses, unas 200 escuelas de todos los niveles educativos suspendieron clases como respuesta a la ola de secuestros, extorsiones y asesinatos que la banda de Los Tequileros venían cometiendo en contra de la ciudadanía y de forma particular a maestros y trabajadores del sector educativo.
Aunque las autoridades estatales lanzaron un operativo emergente para capturar a los delincuentes y de manera particular a su líder Raybel Jacobo de Almonte, padres de familia que integran el llamado Movimiento por la Paz así como los maestros afectados, advirtieron que no regresarían a laborar hasta que el gobierno detuviera al grupo delictivo, lo cual no ha sucedido hasta el momento.
Recientemente, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia, reconoció la gravedad del problema y aceptó que existía “un altísimo riesgo de que los alumnos de esas escuelas perdieran el ciclo escolar por la falta de clases”, aunque puntualizó que las instituciones educativas en paro solo eran 52 y no 100 como aseguran los afectados.