Chilpancingo, Gro. 13 de Junio del 2017 (IRZA). – Jóvenes parlamentaristas reprobaron los índices de violencia e inseguridad que flagelan a Guerrero, generada –dijeron- por la “complicidad” entre grupos delictivos y “políticos corruptos”, quienes “pisotean los derechos universales” a cambio de su “bien personal”.
En el onceavo Parlamento Estudiantil, este martes en la sede del Congreso local, 32 parlamentaristas exigieron el rescate de los valores familiares, respeto a los derechos humanos, mejorar el nivel educativo y empleo para los jóvenes.
La actividad fue coordinada por la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología en conjunto con la Secretaría de Educación Guerrero, a través del Foro estudiantil “Los Adolescentes y la Cultura de la Legalidad”.
Los participantes fustigaron a las autoridades por el ataque que sufrieron estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en septiembre del 2013, en Iguala, con saldo de seis víctimas fatales y 43 normalistas desaparecidos hasta hoy.
Los estudiantes de secundaria reprobaron la indolencia de los tres niveles de gobierno ante la “incesante violencia” en este estado, que pone en riesgo a toda la sociedad.
Al exponer el tema “Derechos Humanos”, María Scarlet Garza Palomares dijo que la falta de valores en las familias provoca que los jóvenes de ambos sexos se “perviertan fácilmente y engruesen las filas de la delincuencia”.
Agregó que ya basta de vivir en “zozobra, con crímenes, asaltos, violaciones sexuales, ejecuciones, cobro de piso y, quizá, lo más insultante: gobernantes corruptos involucrados con el mal”.
Agregó que el municipio de Iguala, cuna de la Bandera Nacional, “es un ejemplo con sus 43”, cuyo acto ocurrido en septiembre del 2013 calificó como una “denigrante violación y falta de respeto a los derechos humanos”.
También lamentó que los gobernantes y representantes populares se enriquezcan “a costillas del pueblo”, incrementando el precio de los combustibles, porque a ellos –señaló- les pagan los gastos de traslado y además tienen sueldos “estratosféricos”.
Varios parlamentaristas, entre ellos Naomi Natividad Castrejón Martínez y Jorge Armando Muñoz Leal Portillo, se pronunciaron porque se fortalezcan los valores en las familias, principalmente la honestidad, solidaridad y respeto por el prójimo.
También exigieron fortalecer el sistema educativo de Guerrero a través de una evaluación docente objetiva, independiente y rigurosa, pero no con intereses políticos que sirva para quitar a los maestros para “pagar favores políticos”.
“Transparentar el gasto en educación y que los padres de familia ayuden a evaluar condiciones de escuelas y cumplimiento de maestros”, expresaron, y agregaron que los padres no sólo deben educar, sino ayudar a la enseñanza y formación de las nuevas generaciones.
El joven Oscar Paulo Márquez Tavira, de la región Norte, dijo que el reciente bloqueo a la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano por grupos del crimen organizado, quienes incendiaron vehículos, es un ejemplo tangible de la pérdida de garantías.
“¿Dónde queda ese derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad? ¿Cuándo vemos miles de desaparecidos, que matan gente inocente en fuego cruzado en esta guerra contra el narcotráfico?”, cuestionó.
Dania Guadalupe Ruiz Salgado, de Iguala, demandó a las autoridades de los tres niveles de gobierno que eduquen para la paz y que los ciudadanos hagan conciencia de sus actos, porque “estamos por los suelos con la injusticia y la inseguridad”.
Asimismo, demandó a los padres a que enseñen a sus hijos a respetar a los demás, a que sepan que hay límites y reglas y que no dejen sólo a las escuelas el peso de la formación y educación de sus descendientes.
Añadió que las autoridades deben desarrollar espacios culturales para formar ciudadanos educados y responsables y que ayuden a combatir la corrupción, violencia e inseguridad, en lugar de participar en ella.
El parlamentarista Steven Acevedo Parral, de la Costa Chica, advirtió que la violencia está alcanzando “límites preocupantes”, porque los ciudadanos se enfrentan todos los días, afectando el desarrollo físico y emocional de los ciudadanos.
“Muchos han sido víctimas de la delincuencia, y si a eso le sumamos la marginación, la pobreza, entre otros aspectos, nos colocan en estado de abandono. La violencia impide a las personas realizarse como seres humanos”, asentó.
Y también pidieron a la sociedad que “alce la voz” para exigir a las autoridades mejores condiciones de vida en todos los aspectos, y que en consecuencia Guerrero salga del atraso y, sobre todo, acabe con la violencia y marginación.